Comidas solidarias en tiempos de pandemia

Cuando Vanesa del Moral Vega se dio cuenta de que algunos de sus clientes no se podían pagar más que un bocadillo y un café con leche decidió aportar su granito de arena a la duna de solidaridad que ha crecido en tiempos de pandemia. Así, desde hoy, el bar-cafetería que regenta en Siete Palmas, Neoyorkina, rebajará un tercio el precio de sus menús. A partir de ahora, por seis euros, podrá comer un primer plato, un segundo y el postre.

«Cuando algunos clientes me preguntaban el precio del menú y les decía que era de nueve euros, me decían que no podía y que les hiciera un bocadillo, pero eso no es alimentarse», expone la dueña del negocio. «Por eso decidí bajar el precio, un menú de cuchara no vale tanto».

Tiene calculado el riesgo que corre. «El pollo o la carne de cerdo no son tan caros, se puede ofrecer», explica, «y si la comida es de caldero, todo es más barato, añades un poco más y te salen quince o veinte platos sin gastar tanto dinero».

Las restricciones que impuso el confinamiento en marzo por la pandemia de la Covid-19 hicieron zozobrar su proyecto vital. Vanesa del Moral era auxiliar de enfermería y se había planteado dar un giro a su vida para poder pasar más tiempo junto a su hija pequeña. Por eso, cuando se presentó la oportunidad de adquirir un local con un precio razonable y, dada su afición a la cocina, no dudó en invertir sus ahorros en montar una cafetería.

Sin embargo, el confinamiento puso en suspenso su esperanza. Abrió en febrero y, un mes después, se vio forzada a echar el cierre. La vuelta a la normalidad, pasada la reclusión, no fue sencilla, «con la puerta medio abierta y sirviendo cafés y bocadillos». Pero tanto ella como sus dos empleados, Irene Zamora y Josué Saavedra, persistieron en su empeño de que Neoyorkina funcionara.

La nueva normalidad les ha permitido mantener el trabajo pero Vanesa no ha querido permanecer al margen de la realidad. «Siempre hay que ponerse del lado del cliente», asegura. Y su apuesta, que empieza ahora, será ofrecer menús del día por seis euros, de lunes a viernes en horario de 12.00 a 16.00 horas.

A diario, en el perfil que la cafetería tiene en Facebook publicará la oferta de la jornada: tres primeros (básicamente ensaladas y platos de cuchara), tres segundos (de proteínas o pasta) y dos postres. Las raciones que se ofrecen serán algo más pequeñas que un plato normal pero mayores que una tapa.

«El precio lo aplicaremos a todos porque aunque habíamos pensado que fuera solo para las personas más necesitadas o en paro, luego nos dimos cuenta de lo incómodo que tiene que ser para alguien tener que explicar su situación», expuso, «así que para todo el mundo y que sea lo que Dios quiera».

Esta emprendedora también se plantea la posibilidad de fijar un menú semanal o mensual, pensando de manera especial en los mayores. «Ellos vendrían a recoger la comida cada dos o tres días para que la guarden en su casa, y así también salen y se dan un paseo», expuso, «todavía no he pensado en el precio pero hemos calculado que podríamos dejarlo en unos cinco euros al día».

La iniciativa de Vanesa del Moral, adelantada por la Cope, viene a sumarse a las múltiples respuestas que han dado tanto ciudadanos como empresas, organizaciones humanitarias y administraciones. Hay que recordar que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha atendido durante la crisis sanitaria a unas 14.000 personas.

Entre ellas hay que contar a personas mayores y vulnerables que se benefician de un programa que sigue activo y que supone la entrega, de lunes a domingo, de un menú elaborado por Cáritas y que es repartido a domicilio por la agrupación de Protección Civil de Las Palmas de Gran Canaria.

Según datos ofrecidos por el grupo de gobierno, el número de familias que se estaba beneficiando de esta apuesta era 32. La mayoría eran personas mayores que vivían solos mientras que en torno a un 20% lo conformaban parejas que tenían dificultades para cocinar.

A estas prestaciones se suma la medida extraordinaria puesta en marcha por el gobierno municipal desde que se inició la pandemia, dotada con 2 millones de euros, a través de una tarjeta para comprar alimentos y productos de primera necesidad, dando respuesta a más de 7.000 peticiones.

La concejala de Servicios Sociales, Carmen Luz Vargas, ha insistido en este tiempo que el Ayuntamiento seguirá reforzando los recursos de atención a los vecinos y vecinas que peor lo están pasando durante el tiempo que sea necesario.