Los bomberos, en pañales
Los agentes se manifiestan entre San Telmo y Santa Ana para denunciar las carencias que tiene el servicio
Como Quevedo, juntaron pañales y mortaja. Pero lo que diferencia a los bomberos de la capital grancanaria del poeta del Siglo de Oro no es su preocupación por la fugacidad de la vida. Los agentes que se manifiestan este viernes por las calles de la capital, algunos en pañales y otros portando un féretro, quisieron representar las carencias de un servicio que, si no se dota de medios humanos y materiales, acabará asfixiado.
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Los bomberos se concentraron a partir de las 08.30 horas en el parque de San Telmo. De ahí han partido en dirección a la plaza de Santa Ana, donde se van a concentrar ante las puertas de las Casas Consistoriales, en las que se celebra el pleno municipal.
En el trayecto, acompañados por una batucada, repartieron folletos y portaban pancartas en las que responsabilizan al alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo, y al concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, de la situación del cuerpo.
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Estas son las carencias principales del servicio
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Ropa de intervención: Son los famosos Equipos de Protección Individual (EPIs), que los bomberos denuncian que se han caducado porque no se renuevan, como poco, desde 2019. Desde el Ayuntamiento se informaba este miércoles de la compra de 200 EPIs -pantalón y chaqueta- por un importe de 300.000 euros.
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Uniformación: Los bomberos han rechazado el nuevo uniforme de los parques. Se sustituyó el color azul por el rojo y se cambió el material. Para los agentes, esto ha supuesto una «pérdida de identidad» y además alertan de que el material empleado prende con facilidad. Para el grupo de gobierno, el cambio de la indumentaria se explica porque el color rojo detecta más fácil cualquier tipo de manchas por contaminación y se asegura que es el mismo tipo de material que emplean otros servicios de emergencias. Además, no se trata de la ropa que se utiliza en la extinción de incendios.
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Vehículos: Los agentes llevan tiempo denunciando el mal estado de parte de la flota del servicio de extinción de incendios y salvamento. La respuesta municipal ha sido que se va a renovar la flota con camiones de primera salida más pequeños y operativos para adaptarse a la orografía palmense.
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Suministros: Las denuncias en este aspecto se han centrado tanto en el suministro de agua potable como en el material de reparación. «El servicio de ferretería está caducado desde hace dos años y no podemos comprar ni una tacha», dicen. Se han producido reparos desde los órganos de control municipales que han propiciado el retraso en el pago de facturas. En el caso del agua, por ejemplo, se debe 331 euros a Aguas de Guayadeque por la compra de garrafas en 2021.
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Mantenimiento: Aquí la queja principal es la del mantenimiento de los equipos autónomos de respiración. Lo estaba haciendo la empresa Drager Safety Hispania, a la que se debe tramitar facturas por valor de 11.770 euros. «Estamos limpiando las máscaras con jabón para la loza», exponen los agentes.
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Parque central: El estado de las instalaciones de Miller Bajo también constituye una queja recurrente por parte de los agentes, que siguen con las mismas habitaciones y servicios desde hace veinte años. El Ayuntamiento alega que se ha invertido casi 300.00 euros en la consolidación de la estructura y que ahora se va a acelerar una inversión importante en la mejora del edificio. Además, existe la intención de construir un nuevo parque de bomberos entre Almatriche y Siete Palmas.
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Organización: Se trata de uno de los elementos más difíciles de superar en el actual conflicto laboral. Hay problemas con varios mandos y aunque el Ayuntamiento ha aceptado la incorporación de nuevos perfiles en la toma de decisiones, rechaza que se cree una junta asamblearia de dirección.
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Personal: La plantilla está formada por 84 agentes -con una media de edad de casi 50 años- y quedan 51 plazas vacantes. En breve se van a incorporar los 31 bomberos que están terminando su formación. Se quiere sumar también a los 30 que forman la lista de reserva aunque a corto plazo parece más complicado.
La manifestación de los bomberos es una demostración de fuerza de un colectivo que se ha negado a reforzar turnos, como se venía haciendo hasta ahora para cubrir las carencias de personal. Esto ha generado que por vez primera algunos parques de bomberos se cerraran por falta de efectivos.
El pulso con el Ayuntamiento sigue mantenido porque aunque ha habido acercamientos en el último mes, las diferencias entre el comité de lucha y el grupo de gobierno siguen siendo grandes.
Sobre la mesa hay ahora una propuesta, elaborada por Comisiones Obreras, que trata de desatascar la situación. De momento habrá que esperar a las negociaciones que se mantendrán en las próximas semanas, si no hay nuevas alteraciones del calendario de negociación.
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El secretario general de la Unión sindical de policías y bomberos (USPB), Víctor García, explicó que con esta protesta «se quiere escenificar que el servicio está en pañales».
El responsable del sindicato en el cuerpo de bomberos Daniel Ojeda añadió que se va a conseguir que la población se entere de la situación en la que se encuentra el servicio. «Vamos a mostrar cómo está el cuerpo porque el ayuntamiento está diciendo mentiras«, añadió.
Desde USB se hace un llamamiento al diálogo a la corporación.
Para Víctor Monzón de Comisiones obreras, es necesario que el ayuntamiento se siente a dialogar con los bomberos para arreglar de forma urgente el problema serio de organización que hay en la dirección del servicio.
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Además entiende que es urgente que se sumen los 31 nuevos agentes y que se inicie la formación de los 30 interinos para que su incorporación sea lo más rápida posible.
En la manifestación está presente el senador del partido Popular Sergio Ramos, quién acusa al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria Augusto Hidalgo de no querer dialogar con los bomberos. «Yo tengo 40 años y los camiones que tiene el servicio de extinción de incendios son los mismos a los que yo me subía cuando tenía 9 años e iba de visita con el colegio«, denunció.
El político pidió al alcalde que «no huya» al Cabildo de Gran Canaria sin haber solucionado antes el conflicto de bomberos.
«Vamos a formarlos a todos de una vez»
El concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, aseguró este viernes que la semana que viene se producirá un nuevo encuentro con los representantes de bomberos para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin a la conflictividad laboral. El edil detalló que en un mes se incorporarán los 31 agentes que están terminando su formación y anunció que los bomberos que forman parte de la lista de reserva se incorporarán el año que viene.
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Para ello, se espera que estos profesionales entren como funcionarios interinos una vez que pasen el periodo de formación necesario, que dura seis meses. Por tanto, hasta el verano del año que viene no podrán cubrir vacantes.
Respecto al número de los integrantes de la lista de reserva que se pueda incorporar al servicio, todo dependerá de los límites presupuestarios y de contratación que se marquen desde Recursos Humanos. En todo caso, se espera que al menos algo más de una decena pueda cubrir bajas, jubilaciones y las plazas que queden libres por ascensos en la escala de mando.
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«Vamos a formarlos a todos de una vez», aclaró el edil.
Íñiguez reconoció el esfuerzo que han afrontado los bomberos en los últimos dos años y espera que la incorporación de los nuevos 31 agentes consiga mejorar las dotaciones de los parques y evitar que se cierren.
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