Lanzarote, la sidra como seña de identidad
Este enclave situado en Valleseco rebosa deporte, tradición y manzanas a raudales
David Rodríguez Medina
Valleseco
Viernes, 1 de agosto 2025, 23:00
Elizabeth Pérez lleva abriendo su pequeña y modesta tienda, ubicada en el barrio de Lanzarote, el más alto de Valleseco, desde hace más de 23 años de lunes a domingo de 8.30 de la mañana a las 21.00 de la noche, aunque «a veces me dan las diez y las once colocando las cosas después de cerrar», señala.
Este pequeño comercio lleva más de 110 años vendiendo a los vecinos de Lanzarote. Lo abrieron sus abuelos, Expedita y Francisco, aunque era su abuela quien se ocupaba la mayoría del tiempo de atender a los clientes. De sus abuelos pasó a sus padres, Lucrecia y Manuel, pero también era su madre quien más se ocupaba de la tienda. Esto no es una casualidad en este remoto barrio de las medianías de la isla, puesto que Elizabeth cuenta con añoranza que «hace algunos años había 19 tiendas en el barrio y la mayoría eran gestionadas por mujeres».
Lo más que le gusta de las fiestas de su barrio, aunque las disfruta de principio a fin, son, sin lugar a dudas, las verbenas. «Nunca pierdo la oportunidad de bailar una pieza, aunque haya que trabajar al día siguiente», indica.
Fiestas en honor a Santa Rosa
Desde 1992 varios vecinos lucharon para que Lanzarote tuviera su fiesta año tras año. Los vecinos decidieron que fuera el 23 de agosto. Casualmente coincide con el día de Santa Rosa de Lima y a partir de ahí se convirtió en la patrona del barrio. José Epifanio Pérez fue uno de los propulsores de las fiestas en Lanzarote.
«Al principio hubo polémica porque no querían aceptar que Santa Rosa de Lima fuera nuestra patrona, puesto que se negaban a que hubiesen más santos en Valleseco, pero en 1995 logramos que se celebrase la primera fiesta religiosa de nuestra patrona», indica José Epifanio. Desde ese año Lanzarote tiene asignado que cada 15 de agosto Santa Rosa de Lima salga de la iglesia de Valleseco para subir hasta el barrio en una procesión sin igual.
Uno de los eventos que se han retomado recientemente, después de varios años, es la Bajada del Tabique. Ese festejo se realizaba a modo de homenaje para las personas que iban hasta la zona de Cueva Corcho, en el municipio vallesequero, a recoger el tabique, también denominado suero, que era lo que quedaba al hacer el queso. Estas personas contribuyeron a alimentar a la gente de Lanzarote en los periodos de hambrunas.
Aythami y Yosimar Navarro, de 34 y 39 años, son los encargados de llevar el barrio de Lanzarote como bandera en cada competición de duatlón en que participan por todo el continente europeo. Este deporte de resistencia consiste en correr una cierta distancia, seguido de unos kilómetros en bicicleta y acabar corriendo de nuevo.
El deporte, seña de identidad
El barrio de Lanzarote resulta un entorno ideal para practicar deportes de montaña, puesto que tiene una gran variedad de rutas de senderismo con las que atrae a miles de visitantes. Además, es un puto de paso en la Transgrancanaria de cada año.
«Mi hermano siempre ha estado conectado con el deporte, pero desde la cuarentena me enganchó a competir en esta maravillosa disciplina. Actualmente participamos para ser cada vez mejores y cada año vamos juntos al campeonato de España con la ilusión de poder clasificar al europeo y al mundial», comenta Aythami.
Aunque compiten en diferentes categorías -Aythami lo hace en la de 30 a 34 años y Yosimar en la de 35 a 39 años-, ambos han conseguido grandes resultados a lo largo de estos años en la élite. Aythami fue subcampeón de España en 2022 y este año ambos consiguieron una tercera posición en el campeonato nacional que se realizó en Graus, Aragón.
Sidra casera de calidad
Desde hace unos años, en el barrio de Lanzarote se vio la sobreproducción de manzana que ha habido siempre en el lugar como una oportunidad para elaborar uno de los productos que cada vez más se va ganando el ser denominado típico del lugar: la sidra.
«Las manzanas se caían, nadie las aprovechaba y fue entonces cuando decidimos comenzar a hacer la sidra. Al principio éramos nosotros quienes nos poníamos a majar la manzana y, aunque al principio no fue bien, luego nos juntamos más vecinos y ahora hay hasta siete llagares en Valleseco», indica Paco Rodríguez, vecino del barrio.
Uno de los restaurantes que ejemplifican el auge de la sidra en Lanzarote es El Rinconcito Canario, donde elaboran y sirven su sidra casera llamada La Ruin. Desde el año 2009, de jueves a lunes, Yurena Ortega y su marido, José Manuel Macías, sirven la sidra elaborada en el sótano del propio restaurante.
«Lo más que nos piden para beber es nuestra sidra bien fría, acompañada de la especialidad de la casa, las carajacas, que las hace mi marido. Toda nuestra comida es casera y típica de Canarias», afirma Yurena desde la barra de su restaurante.
Serie 'Una vuelta a la isla redonda'