La entrada del cerco del atún rojo, la muerte de la pesca artesanal en Canarias
El Cabildo de Gran Canaria y las cofradías de pescadores de la isla hacen frente común en defensa del sector artesanal y sostienen que la cría y engorde de atún rojo y rabil acabaría con el cebo vivo
El Cabildo de Gran Canaria y las cofradías de pescadores de la isla han unido sus voces para rechazar frontalmente la propuesta de autorizar la cría y engorde de atún rojo y rabil en aguas del archipiélago, y en las próximas a Canarias, recomendada por la comisión internacional para la conservación del atún atlántica.
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«Sería la muerte para la pesca artesanal canaria», aseguró este viernes el presidente de la federación de cofradías de Las Palmas y patrón mayor de la de Agaete, Gabriel Jiménez. «Supondría un cambio sin precedentes en la historia de la pesca en Canarias y cambiar las normas de juego ambientales y económicas«, mantuvo el presidente del Cabildo, Antonio Morales.
La propuesta que abriría la puerta al cerco industrial de ambas especies pelágicas en 2026 para su aplicación desde 2027 con una cuota inical de 250 toneladas permitiría la captura de ejemplares jóvenes a su paso por Canarias, sobre todo en primavera, para su engorde dentro de kilométricas jaulas marinas.
Para que un atún rojo gane un kilo de peso se necesita alimentarlo con 15 kilos de pescado fresco, en este caso sardinas, bogas, longorones, caballas y otras especies utilizadas como cebo para la pesca. Las capturas necesarias para ello reducirían hasta límites insoportables la posibilidad de que los pescadores canarios continúen con su actividad artesanal y sostenible. La máxima de un hombre, un anzuelo pasaría a mejor vida, sostuvo Gabriel Jiménez. «En cinco años no comeríamos pescado de Canarias», afirmó.
El presidente del Cabildo advirtió también sobre el método de captura de los ejemplares jóvenes que se criarían en cercos porque no es selectivo y afecta a otras especies sn valor comercial pero sí ecológico, como tortugas, delfines y tiburones. «Tendría un impacto ecológico en la fauna marina», remarcó.
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El patrón mayor de la cofradía de Agaete recordó que en Gran Canaria sobrevive una flota pesquera de 120 barcos, de los que sólo 42 tienen autorización para la captura de atún rojo y 37 para la pesca de túnidos. En toda Canarias son 250 barcos los que pueden pescar atún rojo. La cuota anual en 2025 para la pesca de esa especie en aguas canarias es de 568 toneladas y a día de hoy sólo se han cogido 115 al haberse reducido el volumen de peces que pasan por las islas.
También criticó que para 2026 se haya incrementado entre un 17 y un 19% la cuota de atún rojo que pueden pescar los barcos españoles sin que aumente en ninguna tonelada la asignada a los pescadores canarios.
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El Cabildo anuncia acciones
El Cabildo «hará lo que esté en nuestras manos», incluyendo las acciones judiciales que se estimen oportunas, para evitar que el cerco industrial del atún rojo y el rabil se introduzca en aguas canarias, tanto interiores como exteriores, y estará alerta ante la posibilidad de que entre en el banco pesquero canario-sahariano, indicó asu presidente, Antonio Morales, quien dejó claro que el Gobierno insular «se opone frontalmente» a la propuesta lanzada en la última reunión del ICCAT, celebrada el pasado mes de noviembre en Sevilla.
Además, el máximo mandatario insular anunció que el Gobierno insular presentará una moción en contra de esta propuesta para su debate en el próximo pleno ordinario de la corporación insular.
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