Canaragua suspende pruebas de desodorización en la EDAR de Juan Grande por malos olores

La empresa Canaragua, concesionaria del Servicio de Abastecimiento, Saneamiento y Depuración de aguas en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, comunicó este martes a la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento que ha procedido a suspender las pruebas de desodorización que venía realizando en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) del Sistema Este, que recibe las aguas residuales del Centro Penitenciario Las Palmas II y de las poblaciones de Aldea Blanca, Juan Grande y Castillo del Romeral, según informó el gobierno local en un comunicado. La razón de la paralización de las pruebas han sido las quejas de los vecinos ante lo insoportable del hedor que invadió Castillo.

Añade la nota que las pruebas de desodorización se iniciaron hace aproximadamente un mes y estaban destinadas precisamente a eliminar los olores que provoca un «innovador sistema de optimización del proceso de tratamiento integral de las aguas» para garantizar una mayor efectividad en la reducción de los residuos de los lodos.

Estas pruebas habían dado resultados satisfactorios hasta que el viento cesó, condición imprescindible para el buen funcionamiento de la desodorización, que debió ser el momento a partir del cual los malos olores inundaron las calles de Castillo.

Según el comunicado, la intención de Canaragua es suspender estas pruebas hasta que las investigaciones que ya está realizando permitan encontrar un nuevo sistema para llevar a cabo la desodorización de las aguas de la depuradora sin que se produzcan los molestos olores para la población. En estos momentos la empresa está estudiando el acotamiento del proceso y su desarrollo en recintos cerrados, para poder medir y controlar mejor el impacto del aire.

NC se hizo eco este martes de las quejas vecinales y presentó un escrito de denuncia al alcalde, Marco Aurelio Pérez. Un vecino, miembro de la asociación medioambiental Parque Marítimo, sospecha que esta práctica no es ortodoxa y que la empresa busca secar los lodos para que pesen menos y se reduzca así el coste de su traslado a uno de los ecoparques de la isla.

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