Agonane denuncia ante Fiscalía la pérdida de lagartos en las obras de la GC-20 en Arucas

El colectivo Agonane ha registrado ante la Fiscalía de Medio Ambiente una denuncia por la presunta comisión de un delito contra los recursos naturales consistente en la destrucción de un hábitat del lagarto gigante de Gran Canaria (Gallota stehlini) y la pérdida de muchos ejemplares de esta especie «aplastados y enterrados» en las obras que se llevaron a cabo durante la mañana del pasado 4 de diciembre en una parcela anexa al parque de bomberos de Arucas, en la zona conocida como Hoya de San Juan.

Al tener conocimiento de que ese día, en la parcela recién expropiada, iban a acometerse trabajos para ejecutar un vial de salida de la carretera GC-20, el colectivo ecologista presentó escritos a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural y el Ayuntamiento de Arucas solicitando la traslocación de los ejemplares de la colonia de lagarto gigante existente en la parcela.

La propuesta de Agonane fue desoída por todas estas entidades cuando, a su juicio, la ejecución de las obras en la parte de la parcela donde se encontraban los lagartos no era una prioridad, «por lo que creemos que habiendo puesto un poco de voluntad había tiempo para actuar en la extracción de los animales» y evitar su pérdida.

El colectivo que forma parte de Ecologistas en Acción recuerda que el lagarto gigante está protegido por diferentes normativas, tanto de ámbito nacional como autonómico, y sostiene que la actuación de la empresa adjudicataria de las obras puede considerarse como «acto intencionado y a sabiendas» de que significaría afectar a los individuos allí existentes porque sabía que era un hábitat de la especie.

No en vano Agonane había colocado un cartel advirtiendo de tal hecho, así como dos trampas para capturar ejemplares.

La denuncia también pone en conocimiento de Fiscalía otro acto presuntamente contrario al medio ambiente por la empresa ejecutora de las obras. Al retirar la tierra de la parcela, «mezcla residuos de la infraestructura derribada, vivienda y restos del derribo, llevándolos para su depósito a lugar cercano y proceden a taparlo con tierra inerte, limpia, para disimular la escombrera que están produciendo», afirma el colectivo en su escrito, cuando «lo correcto es proceder a separar los materiales resultantes del derribo y llevarlos a gestor autorizado y solo dejar el material inerte, la tierra limpia».

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