Un parking asfaltado para autocaravanas con vistas al convento de Betancuria
patrimonio histórico ·
La legalidad, por no ser BIC, respalda el servicio que funciona hace meses. Los vecinos están divididos por la obra en un paisaje histórico que vio San Diego de Alcalá en el siglo XVA un lado, el convento franciscano de San Buenaventura, en Betancuria, que es el primero de Fuerteventura y de toda Canarias, fundado en 1416. Al otro lado, y a escasos metros, el Ayuntamiento ha puesto en funcionamiento desde hace meses un área de estacionamiento donde las autocaravanas y furgos camper pueden pernoctar durante tres días, aprovechando la explanada antigua cercana también a la ermita de San Diego, usada desde siempre como aparcamiento para las visitas al conjunto de arquitectura religiosa pero que, desde hace unos meses, luce asfaltada.
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La habilitación del parking para una docena de autocaravanas en las cercanías del conjunto histórico del convento de San Buenaventura y la ermita de San Diego ha dividido las opiniones de los vecinos: unos apoyan la iniciativa porque el servicio puede generar economía en los comercios y los bares y restaurantes del municipio, como así confirman algunos puesto que algunos caravanistas se acercan a desayunar a almorzar a la villa histórica; y otros ponen en tela juicio la elección de la ubicación, máxime cuando, con fondos del Fdcan, se ha asfaltado una zona ya existente como estacionamiento.
Lo cierto es, con la llegada del verano, cada mañana amanecen dos o tres autocaravanas a las que el Ayuntamiento de Betancuria les ha puesto servicios de agua y electricidad. «No creemos que el lugar, mirando al convento de 600 años de historia, sea el más adecuado, pero desde luego el asfalto negro choca mucho con el lugar, más los carteles en azul y morado que indican el área de estacionamiento y que contrastan con la normativa de una cartelería respetuosa con el entorno histórico de la primera capital de Fuerteventura», se quejan algunos vecinos.
Salvo con la división de opiniones a favor o en contra, la puesta en marcha del área de estacionamiento y su asfaltado no tropezaron con ninguna comisión de patrimonio histórico -municipal o insular- que velara por el conjunto porque no lo requieren. O sea, que las obras son legales en el paisaje del siglo XVI que vio orar y vivir a San Diego de Alcalá.
A pesar de los seis siglos de historia, ermita y convento carecen de protección porque su expediente de incoación de Bien de Interés Cultural (BIC) -que se inició tarde, muy tarde, todo hay que decirlo- cayó en marzo de 2020 por la sentencia del Tribunal Supremo que declara la caducidad de 156 expedientes de BIC en toda Canarias, entre ellos seis de Fuerteventura.
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