Dreamland Studios tenía un apoyo generalizado de los majoreros

La población de Fuerteventura veía como algo positivo para la isla el proyecto de Dreamland Studios, que combinaba una plataforma logística para el sector audiovisual con la incorporación de un nuevo atractivo para el turismo y un polo de formación en materia audiovisual vinculada a las nuevas tecnologías. Así se concluye en un estudio demoscópico de la consultora Ágora Integral al que ha tenido acceso este periódico.

Dreamland Studios se paralizó en Fuerteventura por el bloqueo institucional derivado de la situación política que vive el Cabildo majorero, con solo dos consejeros sosteniendo en la práctica el gobierno insular, y por la negativa de los consejeros de AM-CC y del PP de Fuerteventura.

De la mano de los grupos Newport y Lopesan, el proyecto de Dreamland Studios ha encontrado nueva ubicación en Telde y tanto ese Ayuntamiento como el grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria han avanzado su apoyo al mismo.

El estudio de Ágora Integral se hizo con 3.000 encuestas, con un margen de error global de +/- 1,77%, con un nivel de confianza del 95%. El trabajo de campo se hizo entre el 2 y el 25 de marzo, con entrevistas telefónicas.

El 87,3% de la población residente había oído hablar sobre el proyecto, lo que supone una «amplia base social para conocer con suficiente fiabilidad las diferentes opiniones de la población», según las conclusiones de la consultora.

A la pregunta de cuál sería la finalidad del proyecto, el 47,6% lo identificaba con la actividad del cine, el 37% con el ocio y un 15,4% lo relacionaban con el empleo, el comercio, el turismo y la economía, principalmente. Todo ello iba conformando una visión «muy positiva» del proyecto.

Para el 88,1% iba a ser un proyecto muy o bastante importante para Fuerteventura, con un 90,1% viéndolo como bastante atractivo por la capacidad de generar puestos de trabajo.

También se preguntó si veían algo negativo en el proyecto. Para Ágora Integral, es significativo que el 50,3% contestó que «nada en especial», mientras que el 15,9% apuntó a las consecuencias ambientales y el 9,4% a las alteraciones del paisaje.

Respecto al debate en torno a la ubicación, llama la atención que el 68,4% veía viable la localización elegida, y un 17,1% contestó que sería preferible otra localización.

Finalmente, con los datos del estudio, Ágora Integral concluye que la «aceptabilidad general» del proyecto en Fuerteventura superaba el 85% de la población.

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