Uno de los totems informativos en las dunas fósiles que conforman el yacimiento paleontológico. C7

Cartelería informativa contra los atentados en el yacimiento del barranco de los Encantados

El mundo científico denunció en un congreso internacional las huellas de motos, bicis y quads y los graffitis en el yacimiento que es el BIC

Catalina García

Puerto del Rosario

Miércoles, 30 de junio 2021

La información como arma contra los desaprensivos ha llegado al yacimiento del barrancos de los Encantados, en Lajares, en el municipio de La Oliva. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Fuerteventura ha instalado cartelería en el Bien de Interés Cultural (BIC) con información sobre su valor científico, paisajístico y cultural, así como su alta fragilidad.

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Esta señalética se ha colocado como medida preventiva en los lugares más frecuentados para que los visitantes puedan informarse sobre la obligatoriedad de su protección y la normativa que deben cumplir durante la visita. Entre estas normas se incluyen la prohibición de hacer inscripciones en las paredes del barranco, «una práctica dañina que, además, es común en todos los espacios donde hay dunas fósiles», confirma Rayco León, consejero de Cultura y Patrimonio Histórico. Otra de las normas es la referente a no salirse del sendero del barranco, no arrojar basura, ni llevarse elementos del lugar.

Este enclave, declarado en 2008 como BIC con categoría zona paleontológica, es un lugar potencialmente sensible a cualquier alteración. Desde la Consejería de Patrimonio Histórico se destaca su importancia para el patrimonio cultural de la isla, «lo que exige una adecuada protección para salvaguardar y preservar todos sus valores que han determinado su consideración como zona paleontológica».

Desde que, vía redes sociales, el barranco de los Encantados o Enamorados se convirtió en un lugar de peregrinación, su paisaje de montañas y de formaciones sedimentarias del Pleistoceno se han convertido en blanco de rayaduras y surcos de bicis y motos. Con la pandemia y posterior desescalada que vetó los viajes fuera de cada comunidad autónoma e incluso entre islas, los ciudadanos se han apuntado al senderismo y en general a las actividades al aire libre, que sí cumplen las condiciones sanitarias.

Este aumento de visitas al BIC y otros espacios protegidos de Fuerteventura disparó los atentados contra el yacimiento, como se puso de manifiesto en el décimo International Online ProGEO Symposium, celebrado del 7 al 10 de junio. Esther Martín-González, del Museo de Ciencias Naturales (Cabildo de Tenerife), Juana Vegas (Instituto Geológico y Minero de España), Carmen Romero (departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna), Nieves Sánchez e Inés Galindo (Instituto Geológico y Minero de España) firmaron el trabajo sobre los impactos antropogénicos que afectan a la conservación del patrimonio geológico del barranco.

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En la misma investigación apuntaban a la información y por tanto concienciación como freno a los desmanes que se repiten cada fin de semana sobre las dunas fósiles y las montañas.

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