«Nos vamos a llevar un buen dinero»

Dentro de las múltiples diligencias de investigación que llevaron a cabo los agentes del Grupo II de la Udyco de la Policía Nacional cuando seguían los pasos de una presunta banda de narcotraficantes –que desembarcarían 2.875 kilos de cocaína en la playa de Medio Almud–, cobró especial importancia una reunión que mantuvieron los cabecillas de la misma el pasado día 7 de noviembre. En ella y a bordo de un Seat León que tenía micrófonos en su habitáculo, uno de los dos hermanos grancanarios que eran los supuestos líderes del grupo criminal, se vieron con los dos enlaces peninsulares que eran los responsables de que la droga llegara a la costa de la isla.

Por una parte estaba el individuo de Huelva, que había sido el que trabajó codo con codo en esta operación con los dos hermanos y, por otro, un madrileño de cabeza rapada y barba, que, a la postre, los investigadores concluyeron que fue el que estableció el contacto con los suministradores que iban a traer la mercancía en un barco hasta la costa de Gran Canaria para luego llevarla hasta la playa en lanchas.

En dicha conversación, el madrileño insistía a los dos hermanos que hacía falta otro piloto para una de las dos embarcaciones semirígidas que iban a utilizar para el desembarco de la coca y todo ello a escasos seis días de la operación. «Tienes que traerte un tío, hermano, para que traiga la otra zodiac», le dijo a uno de los hermanos. Al no tener otro piloto, se cuestionaron si el propio cabecilla podría ser el que cogiese los mandos de la embarcación puesto que había estado practicando días antes, a lo que el onubense respondió «¿no es muy precipitado para el pilotaje? [...] Para pilotar tiene que ser cien por cien seguro», insistió. Siguieron hablando sobre posibles candidatos a llevar los mandos de la neumática y lo que iban a pagarle «a lo mejor le dices le das 10.000 euros y te dicen que no, pero diles que les das 40 a ver lo que te dice», apuntaba el madrileño, a lo que el onubense contestaban que «50 cobran por chocolate» en la costa andaluza «por 150 millas de travesía», a lo que el madrileño le interpelaba que en esta operación en Mogán solo serían cuatro, respondiendo el grancanario «pues se le dan 50, eso vale». El madrileño aceptó la propuesta y le dijo al cabecilla que «tú eres el encargado de eso salga bien, hermano... encárgate».

El cabecilla le detalló al madrileño que «de la lancha, solo se te va a pagar 80. [...] Te vamos a dar un buen regalo cada uno –de los dos hermanos– y después aparte tú sabes la... (ininteligible). Aquí estamos en confianza», le dijo, a lo que el madrileño le respondió, «no es poco, hermano». El onubense le preguntó al cabecilla «sobre cuánto puede ser el total», a o que el madrileño le contestó «que te lleves como mínimo cien lucas», cifra que no le debió convencer al grancanario, que le dijo «no, más, más. Yo por lo menos...». Por último, el madrileño tranquilizó a los demás ocupantes del coche y les dijo que «nos vamos a llevar un buen dinero, ¿me entiendes? Yo... yo por lo menos quiero que todo el mundo esté contento», exclamó.

En los instantes finales, los interlocutores detallaron que el desembarco de la droga iba a ser entre las ocho y las once de la noche del martes 12, lo que alertó a los investigadores que finalmente detuvieron a los 13 miembros de la banda e incautaron la droga.

Los efectivos del Grupo II de la Udyco de la Policía Nacional siguieron al detalle todos los movimientos de la presunta banda de narcotraficantes, desde que empezaron a planear el desembarco de la cocaína en la playa de Medio Almud, hasta que fueron detenidos los 13 miembros que participaron en la operación.

El primero de los contactos que tuvieron los investigadores con los dos hermanos que supuestamente lideraban la banda fue el 20 de marzo de este año 2018, cuando a raíz de la detención de un contramaestre de la Naviera Armas por llevar cocaína en el barco –que fue recientemente condenado a seis años de prisión–. Tras esa operación en el muelle de Las Palmas, empezaron a tirar del hilo y pincharon los teléfonos de varios de los individuos que aparecieron en el entorno del detenido, hasta apareció en escena uno de los dos hermanos presuntos protagonistas del mayor desembarco de cocaína que se ha registrado en tierra en Canarias. Fue en ese instante cuando los agentes centraron la investigación en esta pareja de hermanos y comenzaron a aparecer en escena más elementos que a la postre fueron decisivos en la operación como el contacto de Huelva y los tres compañeros que llegaron para el desembarco, el enlace llegado desde Madrid, el recaudador del menudeo y así hasta completar una banda de crimen organizado que permanece en prisión comunicada y sin fianza a la espera de ser juzgados.

Hay que recordar que, según la autoridad judicial, los 2.875 kilos de cocaína incautados tienen un valor en el mercado de 103.652.375 millones de euros y, durante el desembarco, un miembro de la banda utilizó un fusil de asalto M16.