Veintitrés años de progreso sanitario

A la cola.Canarias es una de las comunidades con peor sanidad pública de España.

Jueves, 16 de julio 2020, 08:07

El salto de la sanidad canaria en los últimos treinta y cinco años es más que evidente. El progreso sanitario, a raíz de las transferencias de las competencias en este área del Estado al Ejecutivo canario, marcó un antes y un después en la atención de la salud de la población del archipiélago. No cabe duda que 1994 fue un año importante para Canarias en materia de Sanidad por dos asuntos fundamentales: No solo asumió las competencias sino que, además, aprobó la Ley de Ordenación Sanitaria de Canarias. Un año más tarde, en 1995 se creó el Servicio Canario de la Salud y se empezó a caminar. Se puso en marcha el primer Plan de Salud y el de Salud Mental, se ampliaron las plantillas de profesionales, se activó un sistema de emergencias sanitarias (061, hoy 112), y arrancó un ambicioso plan de infraestructura cuyo resultado ha sido que, en la actualidad, los canarios dispongan de diez hospitales, 105 zonas básicas de salud y 25.000 profesionales para atender sus problemas de salud.

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En este proceso, además, se produjo un incremento presupuestario, aumentó la actividad asistencial, se estabilizó la plantilla y se amplió la cartera de servicios. Estos son, entre otros, algunos de los indicadores de la óptima evolución del sistema sanitario, Pero, también en este gran salto, en estos años de bonanza económica, comenzaron las reivindicaciones de los profesionales sanitarios. Los médicos del Servicio Canario de Salud iniciaron en mayo de 2000 paros que se prolongaron durante meses y que desembocaron en una huelga general en 2001 (la protesta más larga de la historia de Canarias). Esta será una década muy convulsa con continuas huelgas en defensa de los derechos laborales y profesionales de los dos niveles sanitarios: Primaria y Especializada. En 2008, los médicos de familia de atención primaria organizaron el colectivo 35 horas para todos y retomaron la huelga después de meses de infructuosas negociaciones con la administración sanitaria para resolver la sobrecarga en las Urgencias, la elevada listas de espera y de los cupos de los médicos, que superaban los 1.500 pacientes por profesional y los 30 pacientes por día. Exigían, en concreto, 10 minutos de atención por paciente para mejorar la asistencia.

El punto de inflexión vino marcado por los recortes en los presupuestos aplicados a partir de 2008. Las políticas de austeridad y recortes supusieron un duro golpe, agravado por la infrafinanciación que padece la sanidad en las islas.

El último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que tiene en cuenta la financiación, los recursos, el gasto farmacéutico, la valoración de los ciudadanos y las lista de espera, sitúa a las islas en el vagón de cola en cuanto a los servicios sanitarios públicos.

«El objetivo de la Consejería de Sanidad es movernos nosotros, no hacer que los pacientes tengan que trasladarse hasta las islas capitalinas para poder ser atendidos en condiciones óptimas».

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