«Daremos servicios subvencionados»

El presidente de la Federación de Farmacias Canaria habla en esta entrevista del presente y futuro del sector. Esta semana arranca las I Jornadas Empresariales Farmacéuticas en la capital grancanaria con la participación de 700 profesionales.

Jueves, 16 de julio 2020, 07:59

Canarias dispone de 700 farmacias repartidas por su territorio. ¿Son suficientes para atender a la población?

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— Ahora mismo la sociedad no ha hecho demanda firme de más farmacias. Mas del 95% de la población tiene disponible una a cinco minutos de su casa. Tenemos que recordar que también en las pequeñas poblaciones hay botiquines que, por lejanía geográfica y escasez demográfica, solucionan necesidades puntuales. El problema es que la legislación ha ido cambiando desde el momento en que se abrieron las primeras farmacias y ha ido modificándose. La primera es del 70 y mucho y se desarrolló por ordenación de población y distancias. Es un hecho que hay una concentración importante en las capitales y en los centros de las ciudades porque es donde se concentra el mayor número de población. Entendemos que los servicios a la población están muy bien cubiertos y que hay farmacias con más afluencias y otras con menos, pero todas están cumpliendo una excelente labor.

— El modelo farmacéutico se ha ido adaptando a los tiempos. ¿Hacia dónde camina la farmacia del siglo XXI?

— Sin ninguna duda, el farmacéutico es el profesional más cercano al paciente y eso se ha mantenido. La gente habla de ‘mi farmacia’, ‘mi farmacéutico’ y esto significa que las cosas se están haciendo bien. Las farmacias tienen que tender a mantener el modelo mediterráneo, que es un modelo muy capilarizado, muy cercano al paciente y que genera mucha satisfacción con el servicio. Pero, evidentemente, la farmacia tiene que adaptarse a los tiempos. No es lo mismo una farmacia de los años 40 del siglo pasado, donde la formulación magistral tenía un papel fundamental, que la de hoy que la utiliza para casos muy puntuales y que se mantiene con una profesionalidad absoluta. Entendemos que desarrollar unos cambios empresariales harían mejorar la gestión de la farmacia y la calidad de atención al paciente. Somos profesionales de la salud, pero también tenemos una vertiente empresarial al mantener nuestros negocios cara al público. Por parte de los colegios también, hay unos cambios muy interesantes como la creación de nuevos servicios que pueden mejorar la calidad de asistencia al paciente y que Fefarcan apoya y considera que deben estar remunerados. Por ejemplo, a lo referente a la adherencia de los tratamientos, tremendamente complicado en las personas mayores.

— ¿A qué se refiere con servicios remunerados y por quién?

— Bien. Hay servicios que ofrecemos que pueden estar remunerados, a lo mejor no directamente al usuario pero pueden estar subvencionados. Esto es lo que recoge el último concierto firmado entre la Consejería de Sanidad y los colegios de farmacéuticos de Canarias y que apunta que determinados servicios son subvencionables por el sistema sanitario de salud pública. En el resto de España ya hay servicios que se está poniendo en marcha como, por ejemplo, el seguimiento cardiológico o la detección de sangre heces.

— El acuerdo existe...

— Sí. Ahora hay que ponerlo en marcha. Estamos contentos de que en el concierto conste los servicios remunerados. Por ejemplo, en Canarias es recomendable la atención al diabético porque tenemos la prevalencia más alta de España, donde tiene que ser una formación articulada en las distintas vertientes dentro de las complicaciones del diabético, desde la detección precoz del pie diabético al seguimiento de los niveles de glucemia y a garantizar que la retina no llegue a una retinopatia diabética.

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— Se reduciría la sobrecarga asistencial en los centros salud y hospitales. ¿No es así?

— Seguramente. Las farmacias como miembro del servicio asistencial público tenemos que tener una relevancia mucho mayor. Nuestra formación no es la de dispensar medicamentos, sino de un profesional de la salud. Debemos defender nuestra cualificación e introducirnos en el sistema público de salud como un miembro activo. Queremos ofrecer un servicio de excelencia a los pacientes porque somos la base de la atención primaria. La farmacia es un centro de cercanía, especialmente para la tercera edad y para aquellos pacientes que requieren medicamentos llamados de diagnóstico hospitalario a los que podemos ayudar evitando largos desplazamientos a los hospitales para recibir su medicación y ofreciéndoles las mismas garantías.

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