Francis Franco, frente a 6 años de cárcel

Francis Franco será juzgado junto a un empleado suyo, Silviu Nicolae, que, según las diligencias instruidas por el Juzgado de Instrucción de Calamocha (Teruel), viajaba con él en el vehículo en la mañana del 30 de abril de 2012 en la que se produjeron los hechos.

El fiscal considera probado que Franco y su empleado se encontraron el referido día a dos agentes de la Guardia Civil que les hicieron señales para que se detuvieran, al circular por la carretera nacional 234, cerca de Calamocha (Teruel), con las luces del vehículo apagadas.

Según la acusación pública, el vehículo, conducido por el propio Franco, se dio a la fuga a gran velocidad sin respetar las señales de tráfico, con el consecuente riesgo para la seguridad y de los ocupantes del coche.

Se inició así una persecución por caminos y pistas forestales hasta que la Guardia Civil consiguió detenerlo en un camino entre Collados y Lagueruela.

El relato de hechos de la acusación señala que mientras el empleado exhibía un arma larga de fuego, Francis Franco hizo una maniobra de marcha atrás que le llevó a colisionar con el vehículo de la Guardia Civil y a arrastrarlo varios metros.

Tras este incidente, el vehículo se dio nuevamente a la fuga por caminos forestales, siendo el coche de los acusados localizado más tarde por una patrulla en la localidad de Bea, abandonado y sin las llaves. Como resultado de lo ocurrido uno de los agentes resultó lesionado.

La fiscalía considera que ambos acusados son responsables de delitos contra la autoridad, por los que pide cuatro años de prisión para cada uno.

A Francis Franco le considera, además, responsable de un delito contra la seguridad vial además de otro de lesiones a uno de los agentes y de un tercero daños al vehículo oficial, por los que pide el fiscal otros dos años de cárcel, así como multas e indemnizaciones.

Por su parte, la acusación del agente lesionado solicita penas de 4 años para ambos acusados por el delito de atentado a la autoridad y multas por las lesiones causadas a uno de los agentes, además de un año para Francis Franco por el delito contra la seguridad vial.

Los abogados de los dos acusados piden la libre absolución de sus clientes, alegando «carencias» en el traslado de la documentación del caso desde el juzgado de Calamocha hasta el Juzgado de lo Penal de Teruel.

El abogado del nieto del dictador asegura que en el día de los hechos su cliente estaba en Madrid, y que solo se le relaciona con el caso porque «el coche encontrado era propiedad (en renting) de una sociedad de la esfera empresarial» de los Martínez Bordiú.

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