Oposiciones, una aspiración para muchos

Opositar es una carrera de fondo a la que muchos se han sumado en los últimos tiempos. Las convocatorias abiertas que se han sucedido desde el 2017, aproximadamente, ha hecho que miles de estudiantes vuelvan a coger los libros, llenar las aulas e hincar codos de cara a optar a una plaza de empleo público.

España necesitará más de un millón de nuevos funcionarios en los próximos 10 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y muchas personas, en su mayoría mujeres, se están dejando la piel por hacerse con una de esas plazas, entre otras muchas cuestiones por disponer de un empleo fijo y que permita compatibilizar la vida laboral con la familiar.

En este sentido, el perfil del opositor ha cambiado mucho en los últimos años. De una media de edad entre 25 y 30 años se ha pasado a una media de 40, en el que el periodo de estudios viene determinado en un buen número de ocasiones por el tiempo que les queda de paro.

Los niveles medios y bajos de la Administración son los que están experimentando este aumento de opositores, algo lógico teniendo en cuenta que exigen menor nivel académico y conceden mayores benefi-cios respecto del mismo empleo en el sector privado.

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