Sánchez ofrece empatía a Canarias
El presidente del Gobierno de España en funciones asegura en Las Palmas de Gran Canaria que si gana las elecciones su Ejecutivo será «empático, próximo y apoyará todas las reivindicaciones de Canarias». El líder del PSOE insiste en que el Estado necesita una movilización masiva del votante socialista para superar el bloqueo al que «someten al país» Pablo Iglesias y las «tres derechas».
David Ojeda y Las Palmas de Gran Canaira
Viernes, 17 de julio 2020, 05:24
La campaña electoral de Pedro Sánchez hizo parada en Canarias, con las dos capitales como escenario de sus discursos. El presidente del Gobierno en funciones llegó al Auditorio Alfredo Kraus con dos minutos de retraso, medio millar de militantes excitados por su presencia y la promesa de que si gana las elecciones su Ejecutivo será «empático, próximo y apoyará todas las reivindicaciones de Canarias».
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Sánchez mostró cintura y buen estado de ánimo. Repitió los chistes que prometen convertirse en tonadilla de la campaña y aseguró que la única opción para desbloquear la actividad política en España pasa por la movilización masiva del voto socialista. «La indecisión no saca a España del bloqueo. Hay que votar al único partido que hace algo. En todas las encuestas nos dan como vencedores, pero os pido un esfuerzo más», refirió ante una tribuna entregada en la sala San Borondón.
El líder del PSOE amarró primero el diferencial local. Tiró de argumentario para Canarias para asegurarse el beneplácito de los asistentes. «Lo que más me sorprendió del discurso de investidura de Ángel Víctor Torres como presidente del Gobierno de Canarias es que dijo, y eso va en la principal esencia del PSOE, que quería ser el alcalde de todos los canarios. Si gobernamos después del 10 de noviembre seremos un gobierno de carne y hueso. Detrás de las cifras ve personas de carne y hueso», manifestó antes de tocar la fibra recordando los medios que el Estado destinó a Canarias tras los incendios o en el caso Thomas Cook.
Lo que sí que demostró Sánchez es que no tiene miedo a nombrar a sus rivales en el escenario. Salvo a Abascal, al que solo nominó bajo el epígrafe de ultraderecha. «Iglesias teoriza y me llama la atención que tiene una forma curiosa de buscar amigos. Lo único que hace es criticar al PSOE y hablar de posibles acuerdos con la derecha, cuando en los 140 años de este partido nunca lo hemos hecho. Luego, curiosamente, cuando salen los resultados de las elecciones empieza a hablar de que hay que conseguir apoyos», abrió fuego a la izquierda.
Luego se refirió a PP, Ciudadanos y Vox, a los que unificó en un mismo enemigo. «Casado se ha dejado barba y ya no me insulta, se ha hecho moderado. Pero eso no es ser moderado, es ser educado. Ser moderado es no pactar con la extremaderecha. Lo mismo pasa con Rivera que es la contradicción en persona. La ultraderecha ha colonizado el discurso de la derecha. Si suman sumarán y si no suman bloquearán», indicó.
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Cataluña.
El último bloque de la intervención de Pedro Sánchez en la sala San Borondón tuvo claras referencias a la situación de Cataluña. Donde asegura que no va a transigir en su postura de no contestar las llamadas de Quim Torra, presidente de la Generalitat. «Antes de hacer llamadas interurbanos que haga llamadas urbanas. Y que haga un llamamiento a la convivencia y haga una condena pública a la violencia», comentó.
Sánchez aseveró que «el problema es que el independentismo se cree que Cataluña es suya. Es exactamente lo mismo que se cree la ultraderecha con España. Afortunadamente ambas son mucho más grande. Los tres partidos de la derecha dicen que me dan su apoyo pero nada más salir de mi despacho se van a la rueda de prensa a pedir la dimisión de Marlaska, que está haciendo un gran trabajo. Si en 7 años con Rajoy el independentismo se multiplicó por siete, con estos tres al frente del gobierno Torra y Puigdemont hacen la ola».
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