El Gobierno del diálogo con el Estado

El Ejecutivo regional llega a la mitad de la legislatura celebrando su capacidad de entendimiento con el Gobierno central. Los acuerdos vinculados al REF o la condonación del ITE, éxitos arrogados, mientras la Ley del Suelo se presenta como su gran medida.

Martes, 21 de julio 2020, 15:23

Fernando Clavijo alcanza el ecuador de su legislatura. Dos años de balance, tras su toma de posesión con la aquiescencia de 36 de los 60 votos del Parlamento de Canarias, los que sumaban CC, PSOE y ASG. Un mandato que prometía, según la vocación del presidente, «diálogo» y que ha tenido un marcado acercamiento con el Estado.

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Este hecho es especialmente significativo, tras años de dura dialéctica entre Madrid y la presidencia de Paulino Rivero, Clavijo se ha sentado con Rajoy y su gabinete y ha ido consumando acuerdos políticos que han saciado viejas reivindicaciones de las islas, desde la condonación del ITE hasta la desvinculación del REF de la financiación autonómica y la modificación de los aspectos económicos del mismo.

El 7 de julio de 2015 Clavijo pidió la confianza de la Cámara para gobernar. No la consiguió del todo. Fue un día complejo, en el que las condiciones climatológicas retrasaron vuelos y provocaron desvíos. Como si las calles huracanadas previeran que el «buen rollito» del dirigente lagunero le iba a resultar más productivo en Madrid que en el archipiélago.

«Esta es la Canarias que tenemos, pero no es la que queremos», indicó Clavijo durante su discurso de investidura. Nunca ha aclarado en público si, dos años después, este archipiélago se parece más al que a él le gustaría gobernar.

Porque los dos años de mandato, en los que se presume de eficiencia en la gestión y de la consecución de acuerdos en Madrid, también han estado marcados por los notables desencuentros. Internos en el propio Gobierno, donde el pacto con el PSOE se rompió en dos solo 18 meses después de hacerlo rodar. Y después a grandes rasgos con la oposición, donde se ha marcado la reforma electoral como una prioridad en la búsqueda de una nueva aritmética que provocara que, con los mismos datos que en 2015, hoy Coalición Canaria fuera oposición.

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La Ley del Suelo, la de Islas Verdes o la acusación permanente de querer privatizar la sanidad isleña han sido argumentos utilizados por los críticos como marca de agua de un gobierno neoliberal y «en contra de las personas».

El Ejecutivo de Clavijo, por contra, saca lustre a su gestión. Pronto quiso marcar proximidad con el Estado, donde manda el Partido Popular a pesar de que compartía Ejecutivo con el PSOE.

Dineros.

La proximidad del Gobierno de Canarias con el de Rajoy se hizo notar en su apoyo, por ejemplo, a los últimos Presupuestos Generales del Estado. Entre las cuestiones acordadas se encuentran, acotando a un caso concreto, la llegada de unos 220 millones de euros en fondos adicionales.

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Y es que lo que no se le puede negar al Ejecutivo regional es su capacidad de abordar con Madrid temas que llevaban años enquistados. Se ha vendido la condonación de ITE, que coleaba desde 1993, como una herramienta vital para el progreso de las islas. De ahí que la reinversión, polémica por los criterios aplicados, se titulara Fondo del desarrollo de Canarias.

También se ha dado un paso adelante, 24 años después, con las modificaciones del REF, especialmente en el económico, que sufrió un parón que no reflejaba las singularidades especificas de las islas en la actualidad. O la desvinculación del Régimen Económico y Fiscal de la financiación autonómica, otra vieja demanda.

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Y otra serie de aspectos que se deberán ir ejecutando y que, por el momento, están por ver. Ejemplo sustancial de ello es el convenio de carreteras, víctima de incumplimientos continuados por Madrid y que se ha puesto en la rampa de lanzamiento para ir recuperando fondos y consignar en las cuentas nuevas cantidades para actualizar las infraestructuras viarias de Canarias.

Todo ello en un clima de conflicto, que derivó en la ruptura del pacto, con Sanidad y sus listas de espera como una de las grandes batallas por resolver y en la que nunca acaba el fuego cruzado entre nacionalistas y socialistas.

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Tras el desalojo el pasado diciembre del PSOE del Gobierno de Canarias, CC asumió las áreas que habían correspondido a los progresistas: Sanidad, Obras Públicas y Transportes, Políticas Sociales, Empleo y Vivienda –esta bajo el paraguas de la que exvicepresidenta, Patricia Hernández, y Presidencia, Justicia e Igualdad.

Todo ello con una minoría parlamentaria que desde los nacionalistas se trata de apuntalar con el Partido Popular.

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