El triunfo de la moción de censura en Icod de los Vinos esta semana tiene muchas interpretaciones pero todas conducen a retratar una realidad política: CC está en minoría parlamentaria. Lo que ha ocurrido en Icod de los Vinos tiene sus tintes y motivos estrictamente municipales, faltaría más, pero su espíritu de fondo es ante todo regional. Dicho de otra manera, no prosperó antes en cuanto que el PSOE estaba en el Gobierno junto a los nacionalistas y porque existió la posibilidad posterior de que el PP entrara en el Gabinete de Fernando Clavijo. Por lo que CC en ese municipio para entenderlo tendrá que mirar en primer lugar a la deriva autonómica que le ha afectado de lleno. Son los daños colaterales de la política. Porque la situación de minoría parlamentaria puede ser cómoda para CC a nivel regional en cuanto que no hay concurso de la oposición por articular una alternativa antes de 2019 y, sin embargo, esto no significa que idéntica placidez sea exportada al resto de instituciones locales donde algunas, como Icod de los Vinos, padecen ahora la ausencia de pacto en el Ejecutivo.

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Lo sucedido en Icod de los Vinos podría ser una antesala de un gran acuerdo autonómico entre PSOE y PP que no se consolida pero valdría llegado el caso. Jerónimo Saavedra y José Miguel Bravo de Laguna lo intentaron en 1995 pero el guerrismo instalado en Ferraz lo impidió y Saavedra tuvo que volver a las Islas sin poder ejecutar lo pactado con aquel PP distinto al que luego vendría con José Manuel Soria. Los perfiles y los talantes dicen mucho en política. Después de todo, la intención tanto entonces como ahora sería que en el Archipiélago pudiese darse un pacto entre las dos fuerzas similar al ocurrido, por último, en el País Vasco que desplazó del poder al PNV.

NC ha ganado con esta operación política. Román Rodríguez ha puesto una pica en Flandes. Se incorporará a la gestión pública su socio en este municipio que precisamente ostenta cierta relevancia. Y ocurre en Tenerife, feudo por excelencia de CC que es, no olvidemos, el gran competidor de NC dentro del nacionalismo. Ahora bien, el que ha sonreído ha sido Asier Antona que está decidido a marcar las pautas del próximo curso político al tiempo que sacudirse la retahíla de largas, pretextos y disculpas de toda laya al que CC le sometió en los últimos meses en aras de evitar que el PP accediese al Ejecutivo.

Es tan exótico de siempre el panorama político canario que una moción de censura (en este caso en Icod de los Vinos) puede reflejar potenciales cambios tanto a la corta como a la larga en el tablero regional a la par que proporcionar réditos a siglas tan distintas ideológicamente como lo son el PP y NC. Una prueba más de que en las Islas lo que opera, a efectos prácticos, es entender esa cintura y manera de ser isleña combinada con la política florentina. Es la otra cara del prolongado andar de nuestra autonomía.

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