Urgente Luis García: «A nosotros no nos engaña la posición del Mirandés»

El fin de una época

Jueves, 16 de julio 2020, 19:37

Mi primer trabajo periodístico data de los tiempos de la EGB y estaba notablemente influido por los reportajes de investigación de Interviú. O al menos fue de un número de la revista de donde recorté una caricatura de Luis Roldán que ilustraba un texto hecho a máquina del que mi padre no paró de reírse por mi reiterada utilización de la palabra trapicheo.

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También miraba las tetas, por supuesto, porque toda aquella lozanía era imposible esconder de un adolescente con las señales de emergencia encendidas.

Ayer el periodismo encendió otro cirio y verbalizó una oración por el cierre de Interviú y Tiempo, otra marca histórica a la que siempre asociaré el flequillo amarillo y relamido de José Oneto.

La comunicación es un golem desatado que resiste en pie con poca dignidad el cambio de paradigma. Porque al final lo que le está sucediendo a este oficio tiene más que ver con un cambio social que con una crisis económica. Aunque no dejen de ser vasos comunicantes.

Ni juzgo ni sentencio. Pero lo que está claro es que la información ya no es una prioridad de la sociedad, si es que alguna vez lo fue. Y ante eso el negocio entero anda desnortado. Va más allá del debate entre el modelo impreso y el del clic, es simplemente que no hay nadie al otro lado de la calle.

Las buenas historias perseveran y son indestructibles, pero solo una minoría quiere dedicar su tiempo a leerlas.

Y eso, ciertamente, es una tragedia. No por la depreciación del gremio, ya en bajos fondos por su utilización mercantil, sino porque al final una sociedad sin interés por lo que suceda a su alrededor no deja de ser una sociedad moldeable y anquilosada. Como esta en la que ya vivimos, y que engendra una burbuja temible entre aquellas generaciones que vienen detrás con ojos solos para Instagram.

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