La votación sobre el déficit revitaliza a la mayoría de la moción de censura
El debate y la nueva votación de la senda de déficit público, que da mayor un margen de gasto a las comunidades autónomas, revitalizará este jueves en el Congreso de los Diputados a la mayoría de partidos políticos que apoyaron la moción de censura contra el anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Ruth del Moral (Efe) / Madrid
Martes, 21 de julio 2020, 21:24
PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCAT y Compromís podrían unirse nuevamente para escenificar su apoyo al Gobierno frente a una senda de consolidación fiscal que sitúa el déficit público en el 1,8% del PIB para 2019 frente al 1,3% aprobado durante el Gobierno del PP y que, no obstante, acompañará a los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
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Y es que aunque el Pleno del Congreso apruebe este jueves unos objetivos de déficit más flexibles, éstos serán rechazados con toda probabilidad por la mayoría del PP en el Senado durante la votación prevista para el próximo 27 de diciembre.
De momento, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se encontrará con el apoyo del PNV y casi seguro con el del PDeCAT, al tiempo que Unidos Podemos ha dejado la puerta abierta a sumarse a estas formaciones y ERC afirma que todo está en el aire.
El Congreso volverá a votar la misma senda de déficit que rechazó en julio, cuando el PNV fue el único partido que apoyó al PSOE mientras el resto de socios de la moción de censura decidió abstenerse.
El posible cambio de actitud de las formaciones independentistas se produciría el mismo día de la reunión que mantendrán el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, en Barcelona.
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Así, mientras los objetivos de déficit se votarán por la mañana en Madrid, unas horas después Sánchez y Torra se reunirán para intentar limar asperezas y avanzar en una solución al conflicto catalán.
Los Presupuestos Generales del Estado de 2019 estarán muy presentes en Barcelona y de hecho la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tiene previsto verse con el "número dos" de la Generalitat, Pere Aragonés, para hablar de las cuentas públicas, entre otros asuntos.
Calvo argumentará los beneficios económicos y sociales que traerían los Presupuestos a Cataluña y el margen de 2.500 millones de euros más que ofrecen a las comunidades autónomas si el Gobierno consigue modificar la senda de déficit actualmente en vigor y que es más restrictiva.
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Pero lo primero es permitir la tramitación de los Presupuestos Generales una vez que sean presentados en la segunda semana de enero en el Congreso.
Para ello el Ejecutivo tiene que buscar apoyos que hagan decaer las enmiendas a la totalidad que presentarán PP y Ciudadanos, entre otras formaciones. Sánchez debe garantizarse que ni ERC ni el PDeCAT registrarán enmiendas a la totalidad o apoyarán las de otros partidos.
Superado este primer debate presupuestario comenzarían las negociaciones para modificar las cuentas públicas a través de las enmiendas parciales, un trámite que habitualmente se prolonga durante tres meses.
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De forma paralela a la tramitación del Presupuesto el Ejecutivo también debe buscar la forma de acelerar la proposición de Ley que insta a modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para sortear el veto que pone el Senado a la aprobación del déficit.
El PP se opone rotundamente a esta modificación pero Ciudadanos considera que podría levantarse ese veto siempre que los nuevos déficit se aprobaran en segunda ronda en el Congreso por una mayoría cualificada de tres quintos.
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En el Congreso sigue paralizada esta propuesta de Ley debido al bloqueo que PP y Ciudadanos protagonizan al tener mayoría en la Mesa ya que prorrogan sucesivamente los plazos de presentación de enmiendas parciales.
Los líderes parlamentarios del PDeCAT han criticado en numerosas ocasiones que el Ejecutivo no utilizara un Real Decreto Ley para modificar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, lo que hubiera permitido cambiar la senda de déficit en un Congreso donde imperara el espíritu de la moción de censura.
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Los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para 2019-2021 que plantea el Ejecutivo sitúan el déficit en el 1,8% del PIB para 2019, en el 1,1% para 2020 y en el 0,4% para 2021, y suponen una flexibilización de cinco décimas respecto a la senda actual, del 1,3 % del PIB para 2019.
Este margen supone cerca de 6.000 millones de euros, de los que 2.500 millones corresponderían a las comunidades autónomas, y unos 470 millones a Cataluña.
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