Yeray, embajador del Oviedo en Canarias

El proceso de salvación del Oviedo ha trascendido fronteras. Pequeños accionistas de casi sesenta países, donaciones de emigrantes y 100.000 euros aportados por el Madrid han logrado evitar el peligro de disolución al recaudar los casi dos millones de euros que se necesitaban. Este rescate mundial ha alcanzado de lleno Gran Canaria por Yeray Ortega.

Yeray (Las Palmas de Gran Canaria, 1979) incubó «un amor incondicional» por el equipo asturiano cuando defendió su escudo de 2004 a 2006. Y que lo confiese él, todo un trotamundos del oficio, ya es decir. «He militado en el Universidad, Celta, Eibar, Playas, Lanzarote, los equipos austriacos del Ried y Altach y el Vecindario. Muchos clubes, sí. Pero lo que viví en el Oviedo fue único, algo increíble, ni en el Celta en Primera», revela.

«Juntar a treinta mil personas en un partido de Tercera División te da una idea de lo que es el Oviedo. Y eso que años antes hubo partidos de Copa de la UEFA en la ciudad, que se trata de una entidad con historia que acabó en categoría regional. No importa. Allí la gente se desvive por su equipo. He visto a aficionados ir a las instalaciones del club a arreglar las duchas o quitar nieve de los campos de manera altruista... Y lo que está pasando ahora no me extraña porque cuando se dice que el fútbol es un sentimiento, la mejor manera de comprobarlo es ir allí», manifiesta.

Después de abonar casi 60 euros en cinco acciones, Yeray ha sorteado, a través de internet, botas suyas y una camiseta para todos los que aporten su granito de arena en la captación de capital que asegure la viabilidad y futuro de la institución, en la que él sigue, pese al paso de los años, siendo un futbolista querido y recordado: «Todos los años me llaman varias peñas para asistir a homenajes y, cuando puedo, me escapo a ver los partidos del Oviedo. La gente me continúa parando por la calle. Una locura. Fue una etapa inolvidable, en la que coincidí, entre otros, con Michu o Adrián, que ahora son futbolista de máximo nivel en la Premier y el Atlético».

«En el Oviedo te hacen sentir único antes, durante y después de los partidos. Es imposible que no te identifiques e involucres al máximo con esa camiseta. Eso es precisamente lo que me ha llevado a aportar lo que he podido. Para mí es un orgullo y un privilegio haber estado allí y en lo que he colaborado lo he hecho con el corazón. La clave ha estado ahí, en que se ha movilizado muchísima gente. En Oviedo, en Nueva York, en un montón de ciudades. Hasta el Real Madrid ha colaborado. Y un poco aquí, un poco allá... Al final parece que todo va a salir bien. Lo merecen Oviedo y el Oviedo», subraya.

Yeray reconoce que se ha sentido «emocionado» con varios mensajes que ha recibido desde Asturias para agradecerle su gesto solidario. Incluso un aficionado le ha informado de que ha bautizado a su hijo con el nombre de Yeray en honor a él: «Ante este tipo de detalles, sobran las palabras». «Por encima de todo, me quedo con la respuesta enorme y la sensibilización de la gente. Seguro que alguno se habrá quitado hasta de comer para comprar acciones», finaliza emocionado Yeray.