Vuelo chárter con destino al cielo
Todos los futbolistas de la primera plantilla, con el presidente Miguel Ángel Ramírez al frente. La UD al completo se desplaza hoy en vuelo chárter a Zaragoza con una consigna grabada a fuego en los expedicionarios. Mañana, en La Romareda, hay que cimentar el deseado ascenso.
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Por encima del desgaste físico de estas alturas del calendario, cuestión que no es menor porque resulta imposible de disimular, Paco Herrera tiene una convicción potentísima y que comparte con auxiliares y dirigentes: la UD será en Zaragoza más reconocible que nunca. El grado de mentalización de los futbolistas y la seguridad en las posibilidades propias marcan en estos momentos el estado anímico del grupo. «La eliminatoria decisiva nos coge en el mejor momento de la temporada», aseguran complacidos desde el club. Siete encuentros consecutivos sin perder, con cinco victorias y dos empates, los contabilizados en el cruce frente al Valladolid, sustentan los buenos presagios, por no hablar del momento de especial finura de individualidades como Valerón, Jonathan Viera, Simón, Roque o el mismísimo Araujo, negado el sábado pero del que no caben dudas. «El Chino anotó un gol crucial en la primera eliminatoria y repetirá ahora», vaticinan desde Pío XII con rotundidad. Por si fuera poco, los partidos disputados este año frente al Zaragoza no dejaron únicamente triunfos (5-3 en casa y 0-2 fuera). También la certeza de que, en el cuerpo a cuerpo, no hay color si Las Palmas despliega su repertorio. La superioridad exhibida ante el conjunto aragonés en la temporada regular recién finalizada conforma una moraleja que aumenta los buenos pálpitos.
El plan de trabajo de hoy contempla sesión a puerta cerrada desde las 10.00 horas, posterior conferencia de prensa del entrenador, salida hacia el aeropuerto y almuerzo antes del despegue del vuelo chárter, cuyo despegue está previsto a las 16.00 horas con aterrizaje, ya en tierras aragonesas, pasadas las 20.00 (hora local). Tiempo justo para la cena y ocupar las 28 habitaciones del NH Gran Hotel de Zaragoza, cuartel general en vísperas de un partido que ha disparado la adrenalina de todos.
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