Una tía de las niñas de Jinámar pedirá su custodia al Gobierno
Una tía de las tres niñas de Jinámar que no habían sido inscritas en el Registro Civil, ni tenían cartilla sanitaria ni estaban escolarizadas solicitará al Gobierno de Canarias la custodia provisional de sus sobrinas. El Ejecutivo se las intervino a sus padres desde diciembre pasado, y este martes les retiraron la última que les quedaba. Esta hermana de la madre de las menores goza de una posición económica estable, dado que su pareja tiene trabajo, y, además, reside en una casa en condiciones adecuadas de habitabilidad. Con esos avales tratará de hacer valer ante el Gobierno canario que cumple los requisitos para quedarse con las niñas hasta tanto las puedan recuperar sus padres. A su favor tendría también su parentesco con las menores. Esta tía de las niñas ya tramitó hace unas semanas la solicitud de la custodia para las tres que les fueron retiradas de urgencia a sus progenitores en diciembre pasado, pero ahora que ya existe una resolución motivada de la declaración de desamparo de las niñas y que ésta se ha extendido a las otras dos, la mayor y el bebé, aprovechará el plazo administrativo que se abre para retomar la petición formal. A petición de la Fiscalía de Menores, y tras el correspondiente informe de la trabajadora social, el Gobierno regional notificó este martes a los padres lo que ya se daba por hecho: la retirada provisional de la custodia de sus cinco hijas. La mayor, de 10 años, y que sí estaba escolarizada y reconocida por la Administración, ingresó el martes en el mismo centro de menores, situado en Telde, donde desde diciembre residían sus hermanas. El bebé sigue en el Materno Infantil a la espera de que se le asigne una familia de acogida. La tía de las niñas confía en que el Ejecutivo acceda a su petición respecto a las cuatro mayores, de 10, 8, 7 y casi dos años, pero será difícil que lo consiga con el recién nacido. En todo caso, deberá superar también el expediente de estudio que ahora le abrirá el Gobierno regional. Mientras tanto, y de forma paralela, sus padres afrontan ahora un largo camino de mejoras para convencer a los técnicos de que pueden recuperar a sus hijas. La primera prueba está superada. El progenitor ya tiene trabajo. Le contrató una de las empresas del Grupo Ralons.
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