Una cita con la superluna

Si las nubes lo permiten, el próximo lunes hay que mirar al cielo. Ese día se podrá observar la mayor luna llena de los últimos 70 años, aunque más que por su tamaño, se diferenciará por su brillantez. Hay que aprovechar la ocasión, porque no se volverá a ver así hasta el 25 de noviembre de 2034.

La órbita elíptica del satélite permitirá ver la luna un 14% más grande y un 30% más luminosa de lo habitual, un fenómeno que no ocurría desde 1948. «La órbita de la Luna no es circular, así que hay momentos de máximo y mínimo acercamiento a la Tierra», lo que se denomina perigeo y apogeo, respectivamente, explica Miquel Serra, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Y el lunes coincide el perigeo con la luna llena. Para que no haya expectativas frustradas al levantar la mirada el lunes, el científico destaca que aunque será la mayor luna en muchos años observada desde el planeta, no se apreciará una gran diferencia de tamaño. «Que la gente no se espere verla el doble de grande, será casi imposible distinguir el cambio de tamaño», destaca. Sí se podrá observar mucho más brillante. «Ahí sí que se verá la diferencia», añade el astrofísico, que, para observar el fenómeno, aconseja mirar al cielo directamente, sin ningún tipo de instrumento.

DOS MÁS. La del lunes no será la última superluna que se producirá este año, ya que, aunque en menor intensidad, el próximo 14 de diciembre se podrá apreciar este fenómeno, al igual que ocurrió el pasado 16 de octubre. El término superluna se utilizaba originalmente en la astrofísica moderna para referirse a una luna nueva o llena que ocurre cuando la luna se encuentra dentro del 90% de su máximo acercamiento a la Tierra en una órbita determinada, sin embargo, ahora se utiliza más para hacer referencia a una luna llena que está más cerca de la Tierra que la media.