Una bolsa de aire gélido y nubes de 16 kilómetros de altura

Nubes de entre 16 y 18 kilómetros de altura y una bolsa de aire gélido, a unos 24 grados bajo cero, fueron los dos ingredientes que provocaron las intensas granizadas a pie de costa en Tenerife y las nevadas en las tres islas más montañosas. La humedad que portaban dichas nubes se congeló provocando que precipitará en forma de granizo. De hecho, el granizo que cayó en la costa sur de Tenerife, en el municipio grancanario de Mogán y en Arucas, entre otros puntos, lo hizo al pasar el grueso de esas nubes. El primer temporal de 2014, que barrió ayer el Archipiélago de oeste a este, vino provocado por una borrasca atlántica que se descolgó hasta el oeste de las Islas donde comenzó a gestarse. La vaguada portaba una masa de aire frío polar marítimo, de hasta 24 grados bajo cero, directamente del chorro polar. Esa masa de aire frío se junto con la humedad proveniente del Jet Tropical. Toda esta inestabilidad atmosférica vino acompañada de bastante frío, de ahí las nevadas en cotas por encima de los 1.800 metros. Al este de la vaguada atlántica se formaron sistemas tormentosos, que afectaron principalmente a las islas centrales. En la madrugada del miércoles se comenzó a formar un sistemas de tormentas, que empezaron a afectar a las islas occidentales de Canarias a última hora. Todo esto formó una Depresión Aislada en Niveles Altos (D.A.N.A) con un rápido reflejo en la superficie convirtiéndose en una borrasca fría aislada. En la tarde de ayer, la borrasca comenzó a alejarse de las Islas rumbo al Sáhara sin dejar precipitaciones importantes en Lanzarote y Fuerteventura, como sí estaban previstas en un principio. Las temperaturas tardarán unas 48 horas en volver a valores previos al paso de esta vaguada Atlántico con aire polar.

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