Sustento para los optimistas

Las Palmas llegará al último partido de la temporada con el ascenso en su mano. Queda todo, tópico mediante, para una única carta. La del Gran Canaria el próximo domingo. La Unión Deportiva salió indemne de Córdoba, con un empate sin goles que es sustento para los más optimistas. Sin grandes alardes, manteniendo por tercer partido consecutivo la portería imbatida, y midiendo cada paso por el calor y la fatiga. Las Palmas está en un escenario soñado, con solo 90 minutos mediantes para convertirse en equipo de Primera División tras 12 años de destierro.

Josico se fió de los mismos de El Molinón. La presencia de Vicente con respecto a Valerón hace que el equipo sea menos sutil pero tenga más recorrido. Ese planteamiento presente otras desventajas, escenificadas en la pérdida del control del balón. El Córdoba lo circuló en el inicio más y mucho más rápido. A los 30 segundos, partiendo desde el carril central, generaron la primer gran ocasión del encuentro. Dávila encaró a Barbosa solo en el área pequeña y lanzó incomprensiblemente fuera. Un susto de categoría.

Las Palmas tenía poco contacto con el balón. Como durante la eliminatoria anterior con el Sporting. Y cuando disfrutaba de él su manejo era previsible y escalonado, lo que daba al Córdoba la posibilidad de sortear las líneas de presión a una velocidad sideral.

Luso tuvo de cabeza el segundo tras una cantada de Barbosa. Aranda respondió inmediatamente con un lanzamiento que rozó el palo, pero eso no invirtió la dinámica del encuentro. Con el Córdoba hambriento y Las Palmas especulando. Las propuestas a degüello solo funcionan si se acompasan con un gol. Como este no llegó, el Córdoba se desinfló. Las Palmas no estimuló a raíz de ahí ningún impulso creativo, pero fue creciendo. Aranda siempre recibía bien de espaldas y Vicente se manejaba bien entre líneas. Así abrieron un par de huecos para la aparición de Nauzet desde la derecha. En uno de ellos enmudeció el Arcángel con un disparo cruzado que despejó Juan Carlos con tensión. El paso de los minutos fue ensuciando el partido. Eso lo convirtió en un espectáculo más ameno, con acercamientos de cierto relieve a ambas áreas. Aranda sacaba de quicio a Fran Cruz, siempre ocasionando peligro asociando con los que llegaban desde segunda línea. El plan de Josico era inequívoco. Xisco obligó a sudar a Barbosa con un remate desde la frontal del área; lo propio hacía Nauzet Alemán. Era el estertor definitivo de una primera parte cargada de intensidad.

En la segunda mitad fue pesando la responsabilidad de la eliminatoria. Ambos equipos, que reanudaron la contienda con las mismas formaciones que fueron al descanso, se espesaron en los primeros minutos. Fue con el paso de los minutos, cuando ya no solo pesaban las ideas sino también las piernas, cuando el partido se abrió más. Fue Juanlu el protagonista de un par de internadas sin éxito y Xisco quien se topó de nuevo con Barbosa. Entonces Josico quiso frenar el flujo ofensivo del rival. Y lo mejor era la titularidad de la pelota. Replanteó la idea original y con poco menos de media hora por disputar decidió que era hora de que Valerón entrara por Vicente Gómez en el terreno de juego.

Lo que ocurrió hasta el final, con un gol polémico anulado al Córdoba incluido, es que se empezó a notar que este era el partido 45 de Liga para los dos equipos. Plomo en la cabeza, barro en los pies. Una abrumadora sensación de sopor aumentado por un calor intenso que deja la eliminatoria abierta para el Gran Canaria ante la falta de fuerzas y la necesidad de resguardarse.

- Ficha técnica:

0 - Córdoba CF: Juan Carlos; Gunino, Iago Bouzón, Fran Cruz, Pinillos; Pedro, Abel, Luso (López Garai, min. 37), Juanlu (López Silva, min. 73); Uli Dávila; Xisco (Arturo, min. 62).

0 - UD Las Palmas: Barbosa; Ángel López, Deivid, Aythami Artiles, Xabi Castillo; Javi Castellano, Apoño; Nauzet Alemán (Asdrúbal, min. 78), Vicente (Valerón, n. 62), Momo; Aranda (Chrisantus, min. 72).

Árbitro: Vicandi Garrido (colegio vasco), que amonestó a los locales Xisco y Fran Cruz.

Incidencias: Primer partido de la ronda final por el ascenso a la Liga BBVA, disputado en El Arcángel, con terreno de juego en buenas condiciones, ante algo más de 19.000 espectadores, con cerca de un centenar de grancanarios. Casi lleno.

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