«Siempre sospeché que era adoptado, pero no robado»

Lunes, 20 de julio 2020, 07:55

Leovigildo Redondo sospecha que es un niño robado. Siempre intuyó que era adoptado, pero no que fuera robado. Su padre adoptivo sólo le ha confesado que lo recogieron en Madrid a los dos días de haber nacido. Ahora vive en Tenerife y quiere destapar los casos de niños robados en las islas.

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En el año 1990, cuando pidió su partida de nacimiento para tramitar el Documento Nacional de Identidad (DNI), Leo descubrió que su filiación tanto paterna como materna figuraba como desconocida. Así confirmó sus sospechas de que era adoptado. Años más tarde su padre le contó que lo habían ido a buscar a Madrid y que sólo tenía dos días cuando se lo entregaron. El matrimonio vivía en Albacete y aún vive allí. Leovigildo (Leo) los considera sus padres y, además, está convencido de que cuando lo adoptaron creyeron que lo hacían legalmente. Lo de su partida de nacimiento lo llevó a investigar pero todo iba muy lento y no fue hasta el año pasado cuando ató cabos llegó a la conclusión de que él podía ser un bebé robado.

«Siempre sospeché que era adoptado, pero nunca robado», esa sospecha no la tuvo hasta que vio un reportaje en televisión hace unos meses en el que vio que alguien mostraba una partida de nacimiento igual a la suya. Leo empezó entonces a investigar, a pedir documentación y tirando de varios hilos ha dado un una mujer en Granada que podría ser su madre. Entonces fue cuando denunció. Lo hizo el pasado ocho de abril ante la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife. En su denuncia solicita que se les practique las pruebas de ADN a él y a su supuesta medre que vive en Granada, donde, si se confirma la filiación, también nació él, pero dos meses y medio antes de la fecha que consta en su partida de nacimiento. «Un bebé de dos meses puede parecer un recién nacido, por eso mis padres creyeron lo que les dijeron en el hospital de Madrid», dice Leo.

En su partida de nacimiento consta que nació el 16 de diciembre de 1976 en el número 8 de la calle La Granja de Madrid, el lugar donde se levanta la clínica Santa Elena, que está siendo investigada, al igual que otras muchas, por formar parte de la supuesta trama de tráfico de bebés que hubo en España hasta casi los años noventa. La mujer que cree que es su madre biológica dio a luz a un niño el 1 de octubre de ese mismo año en el hospital Clínico San Cecilio de Granada y en el parto fue atendida por un médico que aún está en activo.

Leo vive en Tenerife desde hace algún tiempo y es el coordinador en Canarias de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) y su objetivo es sacar a la luz casos como el suyo que se hayan podido dar en Canarias. De momento ya son seis las denuncia que la asociación ha presentado en las fiscalías provinciales de Santa Cruz de Tenerife (cuatro) y Las Palmas (dos), pero está seguro de que en los próximos meses «se multiplicarán».

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Anadir calcula que en las islas puede haber cientos de niños robados. Ahora tiene noticia de «más de 40 casos» en hospitales de Gran Canaria y Tenerife.

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