¡Sí se puede! ¡Sí se puede!
Tras una temporada de contrastes, de dudas y reproches, Las Palmas nunca se ha rendido y ahora está a dos partidos de la gloria. Tras recuperar sensaciones de equipo con el 1-0 en el Gran Canaria, el plantel de Josico hizo lo que necesitaba en El Molinón. A Primera se va por Córdoba.
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Medalla de oro al trabajo. Las Palmas ganó en El Molinón tras 95 minutos de sudor y entrega. Si alguna vez se les acusó de desidia y deserción a los jugadores amarillos, las dudas se han disipado. Y aunque no se le recordará por el fútbol que desplegó contra el Sporting, la recompensa bien ha valido la pena sufrir. Queda tan solo una final por jugar.
Las posibilidades de la Unión Deportiva ayer pasaban por lograr un gol temprano o hacer el partido lo más largo posible. Y Josico optó por la segunda opción, pues con el 1-0 de la ida era mejor no correr riesgos innecesarios.
El representativo solo mostró una novedad en la alineación con respecto a la ida. Con Carlos Aranda recuperado de las molestias en el tobillo de los últimos días, la presencia de Vicente Gómez en el centro del campo era una declaración de intenciones. Sin Juan Carlos Valerón el equipo perdía clarividencia en los últimos metros, pero ganaba en músculo y llegada. Menos control, pero más verticalidad.
Cediéndole pues la iniciativa al Sporting, el conjunto grancanario esperaba así su oportunidad al contragolpe presionando el centro del campo asturiano. Un planteamiento que se amoldaba a la renta mínima inicial y al lógico empuje del anfitrión en los primeros minutos del partido con El Molinón entregado.
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El Sporting atacó en manada desde el pitido inicial y a los pocos segundos ya tuvo la primera ocasión. Un centro desde la izquierda no pudo ser cabeceado por Scepovic primero, mientras que Carmona llevó a las nubes el balón en el segundo palo. Las Palmas no se inquietó. El equipo de Josico capeaba el temporal esperanzado en que la embestida inicial de los blanquirrojos desembocase en nervios e imprecisiones con el paso de los minutos. Un gol de los amarillos -ayer de blanco- hubiese puesto la eliminatoria patas arriba. Y pudo conseguirlo Vicente Gómez en el segundo minuto. Pero el centro entre los dos centrales de Nauzet Alemán fue rematado flojo y desviado por el canterano en el punto de penalti. Las Palmas de nuevo se mostraba como un equipo hermético y solidario. El resultado de la ida mostraba el camino, y repetía la misma fórmula con efectividad en los primeros minutos. Además, en caso de error u omisión, siempre quedaba Barbosa como último recurso. Acostumbrado a ser protagonista a su pesar, el argentino volvió a erigirse en héroe en un remate a bocajarro de Lekic a los diez minutos. Por algo los aficionados le votaron como el mejor de la temporada.
El Molinón entraba en combustión con el paso de los minutos, pero la Unión Deportiva no desfallecía. Funcional y aplicado, el equipo de Josico asumía su papel sin estridencias ni riesgos.
E incluso la suerte también estaba de su parte. Una de las pocas veces que Scepovic o Lekic se les escaparon a Deivid y Aythami, perfectamente sincronizados, el segundo se encontró con el larguero con Barbosa haciendo la estatua. Por entonces Las Palmas ya cruzaba los dedos para llegar intacto al descanso. Medio trabajo estaba hecho, el Sporting comenzaba a desesperarse cuando el colegiado señaló los vestuarios.
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El escenario no cambió tras el reinicio. El equipo de Abelardo siguió tratando de deshilachar la madeja en la que Las Palmas había convertido el partido. Solo un error no forzado, como sucedió en el Gran Canaria podía romper la cuerda, de un lado o de otro a pesar de que era el equipo local el que controlaba el balón. La UD achicaba y esperaba con orden militar, con Javi Castellano de quinto defensa y Aranda de isla ofensiva para incordiar en el área. A la hora de partido el Sporting ya había caído en la trampa de la impaciencia a pesar de que Carmona casi engaña a Barbosa de vaselina en el 57. Despejó a córner con el dedo anular.
Abelardo entonces movió piezas. Sacó a Cases por el grancanario Mandi. Solo le valía atacar. A Las Palmas le faltaba templanza y algo de oxígeno: Valerón entró en escena. Josico reforzó su apuesta por el fútbol-control quintando a Momo contra un Sporting que ya no miraba el retrovisor. Tictac, tictac... La arena se consumía en el reloj para desesperación de unos, para alivio de los nuestros. Minuto 75.
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Los constantes ataques del Sporting ya eran por entonces imprecisos, predecibles. Barbosa aparecía cada vez menos en la foto y Asdrúbal, un delantero con alma de jornalero, ya estaba en órbita para molestar y, si se terciaba, aprovechar el latifundio que la zaga gijonesa ya dejaba a su espalda a falta de un cuarto de hora para el final. Lo aprovechó el canterano. En otro error en cadena, como el que propició el 1-0 en la Isla, terminó empujando a la red en el descuento. Sí, se puede.
Ficha técnica:
0 - Sporting: Cuéllar, Lora, Luis Hernández, Bernardo, Canella, Sergio Álvarez, Mandi (Nacho Cases, m 59), Carmona, Lekic (Guerrero, m 72), Scepovic y Jony (Santi Jara, m 78)
1 - Las Palmas: Barbosa, Ángel, Deivid, Aythami, Xabi Castillo, Javi Castellano, Apoño, Vicente Gómez (Asdúbal, m 74), Nauzet, Momo (Valerón, m 60) y Aranda (Hernán, m 89)
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Gol: 0-1. Min.94: Asdrúbal.
Árbitro: Medié Jiménez. Mostró tarjeta amarilla a Bernardo (m.34), Aythami (m.50) y Barbosa (m.82).
Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Promoción a Primera disputado en El Molinón ante 20.073 espectadores.
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