Roque ya asume su nuevo rol

Mucho ha cambiado para Roque Mesa la concepción de su futuro en cuestión de horas. La semana pasada todo parecía apuntar a que el mediocentro teldense acabaría siendo traspasado al Sevilla y que, así, tanto la UD colmaría sus deseos -embolsar una cifra récord de 10 millones de euros- y el jugador las suyas -ver triplicados sus emolumentos e involucrarse en un proyecto más ambicioso con la posibilidad de lograr algún título-. Pero la operación se rompió drásticamente y Roque tuvo que afrontar su nueva realidad, la de comenzar la pretemporada con Las Palmas y asumir que su salida a Nervión es prácticamente un imposible a día de hoy.

Profesional, como siempre lo ha sido, el mediocentro completó el trabajo sin un pero y sin capacidad de atribuírsele reproche alguno. Derrochó saber estar e intensidad en el comienzo de la puesta a punto junto al resto de compañeros. Aunque con el rostro más serio de lo normal, el canterano trabajó al cien por cien y se le pudo ver bastante involucrado en el grupo. Roque siempre fue un futbolista querido en la caseta y sus compañeros tratan de animarlo, sabedores del cambio drástico que han dado sus planes en solo horas.

En la Unión Deportiva son felices con la continuidad del futbolistas, pues tanto la comisión deportiva como Quique Setién lo consideran una pieza vital en el esquema del equipo y mantener a uno de los pilares del centro del campo alivia a todos. De esta forma, y con cierta compresión tras todo lo ocurrido, en el club quieren revisar las condiciones económicas de su contrato y situarlo en la posición que le corresponde dada su trascendencia en esta UD.

Aunque aún fastidiado por ver muy de cerca cómo la oportunidad de jugar en Europa pasaba ante sus ojos, Roque ya asume su papel y poco a poco va encajando los acontecimientos. Nadie puede negar la profesionalidad intachable del teldense, que ha cumplido con creces durante las primeras sesiones de trabajo en el sur de Gran Canaria.

Incluso exhibió paciencia y talante para atender a todos los niños y aficionados que esperaban en las puertas del Estadio Municipal de Maspalomas y en la entrada del hotel de concentración del equipo. Sin ningún problema, el futbolista posó para las fotografías y firmó numerosos autógrafos. Un profesional íntegro y un valor seguro dentro del campo.

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