Resurge el cultivo del oro verde
Con mucho cuerpo y un ligero picor y amargor. Este es el sabor característico del oro verde grancanario, un aceite de oliva virgen extra de reconocida calidad cuya producción tiene su origen en una población de 60.000 olivares de las medianías de Tirajana, Agüimes e Ingenio. Las Jornadas del Olivo en Tunte han dado cuenta del resurgir de este cultivo.
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El cultivo del olivo en Gran Canaria es una tradición más que centenaria, pero ha sido en la última década cuando se ha dado un resurgir de la actividad entre los agricultores de las medianías del Sur y Sureste insular. En estos momentos un total de ocho almazaras producen aceite con resultados en la mayoría de ellas muy satisfactorios.
Según el jefe del servicio de Extensión Agraria y Desarrollo Agropecuario y Pesquero del Cabildo de Gran Canaria, Rafael Navarro Guerra del Río, que participó como ponente en el primer encuentro de productores de aceite de oliva de Canarias, celebrado en el marco de las VI Jornadas del Olivo en Gran Canaria, este año se espera que se produzcan unos 50.000 litros de aceite. "Esta es una cantidad respetable si se tiene en cuenta que es consecuencia del impulso que ha registrado la actividad en los últimos diez años", indicó.
Este desarrollo de la producción también ha estado acompañado de un incremento en la población de olivares. El censo de plantaciones que controla el departamento de Agricultura del Cabildo estima que en estos momentos la cifra de ejemplares supera los 60.000, y que la misma está previsto que continúe subiendo, "porque existe interés entre los agricultores por seguir ampliando la superficie de olivares".
De esa cifra, Navarro considera que poco más de la mitad son árboles que fueron plantados en la última década, lo cual asegura que es una clara muestra del impulso que se ha dado al cultivo en la isla. "Ahora el objetivo es conseguir calidad, profesionalidad y unos niveles más altos de rentabilidad del sector", expresó.
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Los productores olivareros de Gran Canaria destinan sus aceitunas tanto a la producción de aceite como al envasado del fruto para venta en comercios y para el consumo de tipo familiar. "El envasado de la aceituna de mesa también es una realidad, ya que existe una empresa dedicada a esta producción y que cuenta con registro sanitario", señaló el técnico del Cabildo, que augura buen futuro a los olivareros.
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