Rajoy a corto y medio plazo

Federico Abascal

Lunes, 20 de julio 2020, 10:26

La felicidad escaseaba hoy en las plantas de Génova 13, donde la dirección abreviada del PP se tomó un día de valoraciones suspensivas. Ante la prensa habló el secretario general, Ángel Acebes, para no interrumpir el descanso meditativo que se había recetado Rajoy, recluido en su despacho. En la sede del PSOE todo eran parabienes y felicitaciones, incluida la del presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Varela, mostrando su disposición a colaborar con el próximo Gobierno y a rezar por su presidente. Disfrutaba así la ciudadanía de una jornada poselectoral de desacostumbrado sosiego, sin la menor reticencia contra la victoria socialista desde los altavoces de la oposición y con el candidato victorioso anunciando desde Ferraz que “cuando se tienen más votos y más escaños, hay que gobernar mejor y con más humildad, y ese es también mi propósito”, dijo Zapatero.

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Ni en el PP se habla aún del futuro a corto o medio plazo de Rajoy, ni en el PSOE de la baraja de coaliciones, pactos o entendimientos tácitos con que puede jugar su grupo en el nuevo parlamento. Lo que estaría transmitiendo desde anoche la clase política es un fuerte deseo de meditación sobre la pasada legislatura, para no repetirla, por lo que ha tenido de pesadilla para los ciudadanos. Si ZP piensa gobernar con humildad, Rouco Varela le informa de que va a rezar por él, y Acebes en su breve encuentro con los periodistas aprovechó para felicitar de nuevo al PSOE por su victoria. Ezquerra Republicana, Eusko Alkartasuna y la coalición andalucista se lamían sus heridas, mientras el PNV, que padeció en el País Vasco la derrota que le infligía el PSE/PSOE, era el primer partido en felicitar a Zapatero, y lo hizo por medio de su presidente Iñigo Urkullu, en un gesto de cortesía democrática y de supuesta disposición a mantener con los socialistas la amistad reanudada en la pasada legislatura.

En la mesa del despacho de Zapatero en La Moncloa se estarán amontonando telegramas y e-mail de los cuatro puntos cardinales, pero cuando toda esa hojarasca de papel se retire podrá verse la realidad que dibujan los problemas que exigen soluciones ya inaplazables, desde la desaceleración económica, que está siendo más brusca de lo estimado, hasta la renovación de los cargos en los altos órganos judiciales. Un pacto sincero entre los dos partidos mayoritarios, tan mayoritarios que parecen sofocar a los nacionalismos periféricos, no sólo es urgente sino un deber moral, tras años de zascandileos de ‘populares’ y socialistas por el organigrama de la Judicatura.

También la política exterior debería ser consensuada de forma que no ofrezca hacia fuera una imagen de división política. Y la estructura territorial del Estado, tras el varapalo electoral de Cataluña al PP por su hostigamiento al ‘estatut’, durante su gestación y a su nacimiento, exige un entendimiento entre PP y PSOE, aunque uno y otro deban hacer ejercicios y sacrificios de flexibilidad, olvidando grandes principios circunstanciales sobre todo cuando ningún principio, ni siquiera circunstancial, se habría quebrantado en esta materia durante la anterior legislatura. Mañana hablará Rajoy a la prensa, tras la reunión del comité ejecutivo del PP, y podremos conocer su estado de ánimo, sus proyectos inmediatos y, a su través, si el PP le pide calma y disciplina para dar tiempo a un análisis colegiado que aconseje el respaldo o el relevo.

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