¿Qué hacemos con la Educación en Canarias?

¿Los malos resultados de la educación en Canarias tienen su causa en la calidad del profesorado, en la falta de motivación de los maestros o en la baja exigencia de los padres? Estas son algunas de las cuestiones con las que directores de centros escolares, profesores, políticos, sindicatos y patronal están bombardeando al equipo de la OCDE que estos días evalúa la calidad educativa de las Islas.

"Lo que hacemos aquí, después de recibir mucha información de las autoridades, es hablar con todos los agentes implicados; visitar tantos centros educativos como podamos y hablar con directores, profesores, alumnos, sindicatos, la patronal... Así, tenemos distintas perspectivas sobre qué hay que hacer para mejorar la educación. Una vez tengamos las impresiones y sugerencias que deberíamos evaluar, haremos una relación preliminar de hallazgos y, al final de la visita, elaboraremos una lista de recomendaciones. Procuraremos que sean realistas y pragmáticas», explica el director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de Europa (OCDE), Mihaylo Milovanovitch.

De momento, ni él ni su equipo se atreven a anunciar las medidas que propondrán para mejorar un sistema educativo situado a la cola de Europa, según determinó el último informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes).

«Pero no ha sido PISA la que ha hecho que los centros educativos sean malos, sino que ya había un problema. Somos un catalizador. Hacemos una foto fija y, si el pelo sale desastroso, dices: ¡Dios mío, tengo que arreglármelo!», apostilla Milovanovitch.

«Es demasiado pronto para adelantar las recomendaciones. Hemos visto varios centros y hablado con agentes implicados en la educación en Gran Canaria. La próxima semana iremos a Tenerife», dijo este sábado Caroline MacReady, coordinadora de la evaluación.

«Sabemos que es un problema complejo pero lo examinaremos. Y, dado que somos un equipo de la OCDE, podemos ofrecer ejemplos de muchos otros países», aclara la experta, que reconoce que será difícil que los cambios se noten en la prueba PISA de 2012.

No obstante, anuncia que aplicarán todo «su conocimiento e imaginación para idear medidas que se podrían aplicar de forma rápida, para no depender de modificaciones legislativas».

En todo caso, ya han detectado su primer objetivo. «La prioridad dice MacReady es mejorar el rendimiento de los alumnos que están por debajo del nivel básico. No tienen las herramientas básicas para labrarse un futuro. Hay que identificarlos a edad temprana», adelanta.

Aunque el problema es complejo, hay esperanza. «Tenemos un ejemplo claro de un país que ha mejorado en su resultado educativo, como Polonia. Creo que en Polonia los resultados se vieron en tras dos rondas de Pisa (6 años)», indica Milovanovitch.

Más éxito con padres exigentesn

Implicación. La implicación de la familia preocupa mucho a los agentes educativos canarios. «Nos han contado que en Canarias, hasta hace poco, era fácil encontrar trabajo bien remunerado sin tener cualificación. Quizás los jóvenes y sus padres no veían la necesidad de esforzarse para titularse, pero el tiempo de las vacas gordas ya pasó», explica MacReady.

Crisis. «Ahora los jóvenes necesitan sus títulos y los padres necesitan tener mayores expectativas de sus hijos, porque hemos visto que en los países donde los chicos ofrecen mejores resultados educativos, los padres tienen grandes expectativas en ellos», abunda.

Ejemplo. Según Mihaylo Milovanovitch, salir del hoyo es complicado pero no imposible. «Hay países que han tenido éxito con reformas difíciles, que han empezado a la cola del ranking y ahora están ahí arriba. Un buen ejemplo de la comunidad hispano parlante es Chile».

Consenso. «Lo importante es que los agentes implicados padres, políticos, sindicatos estén extremadamente motivados para hacerlo lo mejor posible. A veces todos tienen que ceder para construir un consenso y así encontrar formas para evitar la tentación de secuestrar la política educativa en nombre de intereses políticos», comenta el director de Educación de la OCDE.

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