Palomeque y Díaz brillan en la oscuridad

Eran los favoritos y cumplieron con los pronósticos. El aplazamiento de la carrera les vino bien, porque otros candidatos al triunfo no pudieron estar en la salida, pero Rubén Palomeque y Patricia Díaz reeditaron el título de 2013 y disfrutaron de una noche especial.

Fue una noche especial, con un ambiente espectacular», destacaban en la tarde de ayer Rubén Palomeque y Patricia Díaz, ganadores de la prueba reina de la LPA Night Run. Ellos iniciaron en 2013 el palmarés de esta competición y ahora vuelven a repetir éxito, aunque Patricia ya se ha convertido en la reina de la prueba porque ha ganado las tres ediciones. Rubén Palomeque detuvo el crono en 1 hora, 9 minutos y 45 segundos. «La verdad es que como tenía al día siguiente la carrera Paco Artiles en Telde me reservé al final. Creo que podría haber ido un minuto más rápido, pero estoy muy satisfecho». El corredor del club Numantino Soria, que cuenta en Gran Canaria con el apoyo del centro de podología Ernesto López, Alisios Sport, Caresport Teror y 3com Squad, tiene como gran objetivo para 2016 luchar por lograr plaza olímpica en su especialidad, los 3.000 metros obstáculos.

Por su parte Patricia Díaz, que el sábado debutaba con su nuevo club Evecan, estaba encantada. «No sé si fue porque salí más relajada y sin presión, pero estuve cerca de poder batir mi mejor marca. Hasta el kilómetro 15 estuve muy cómoda, pero los tres kilómetros finales fueron muy duros. La carrera me ha encantado, con una salida espectacular. El único pero ha sido tras la carrera que hubo un incidente en el guardarropa, pero esto no debería empañar la prueba», añadiendo que «hemos corrido por toda una ciudad rendida a nuestros pies, y esto solo ocurre con el Gran Canaria Maratón y la LPA Night Run, algo que se debe valorar convenientemente». Para 2016 su principal objetivo es batir su mejor marca en el medio maratón del Gran Canaria Maratón. Sobre el boom del running, Patricia Díaz, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, quiere hacer hincapié en que hay que ponerse en manos de profesionales, «ya que el intrusismo que vivimos es asombroso, ya nadie se corta y presumen de dietas milagrosas o ejercicios mágicos, o se atreven a recomendar rutinas de entrenamiento. Creo que toda persona que quiera estar bajo la tutela de un entrenador debería exigirle la titulación».

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