«No somos matronas, ni tampoco sanitarias; solo acompañamos»

Las doulas canarias no se reconocen en el informe del Consejo General de Enfermería en el que las acusa de prácticas ilegales, intrusismo y de poner en riesgo la salud de mujeres y bebés. Consideran que está cargado de «mentiras e inexactitudes» e insisten en que no son matronas, ni tampoco sanitarias, solo son acompañantes.El informe elaborado por el Consejo General de Enfermería y que la semana pasada se presentó ante la Fiscalía General del Estado está cargado de «mentiras, inexactitudes, sensacionalismo y cargado de morbo», en palabras de Carolina Cerro, doula y miembro de la junta de la Asociación Canaria Doulas. «Las doulas no nos vemos reflejadas en ese informe porque no practicamos nada de lo que denuncia», declaró ayer a este periódico. Cerro dijo desconocer que dónde nace esta animadversión por una figura que «solo hace labores de apoyo y acompañamiento emocional a la mujer en todas las etapas de la maternidad, un aspecto que no cubre el sistema sanitario».

La pasada semana vio la luz el contenido del citado informe, resultado de tres años de investigación, que acusaba a las doulas de prácticas ilegales, de ofrecer consejos sin evidencias científicas y de intrusismo profesional al no ser matronas. Cerro niega rotundamente estas acusaciones. «No somos matronas ni sanitarias, solo acompañamos. Es decir, no ofrecemos a la mujer los servicios de una matrona sino un servicio de acompañamiento emocional a lo largo de todo el proceso y que siempre es complementario y no sustituto de la asistencia sanitaria», sentenció. Esta misma fuente añadió que las doulas «no diagnosticamos, ni valoramos analíticas o ecografías, no interferimos en la atención médica, sino que estamos al lado de la madre, apoyándola en sus decisiones, sean las que sean».

La portavoz de la asociación canaria aseguró que sus miembros «no nos sentimos identificadas» en la descripción que ofrece el informe y lo podrían haber aprovechado para «regularizar para pedir la regularizacion de nuestra labor, al igual que lo ha ido haciendo nuestros países vecinos». Por otro lado, Cerro criticó la «pasividad» del Ministerio de Sanidad ante una figura que reconocen pero que «carece de normativa que determine su formación y competencias».

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