Momo, siempre en permuta
Momo despertó algunas sensaciones escondidas en su memoria años atrás. Por fin, desde su regresó el pasado enero, fue titular. Lo hizo en su casa, ante el público que le vio por última vez de amarillo el 13 de junio de 2004. Pero también recuperó las coordenadas tácticas que quiso exprimir de él Rodríguez en aquella temporada 03/04, en la que disputó como titular nueve de los 16 encuentros que precedieron a la destitución de Alcaravaneras. Todos ellos consecutivos. Todos ellos permutando constantemente su posición desde el extremo izquierdo hasta el derecho del ataque.
Ayer, como si el tiempo se hubiera congelado en aquel momento, Momo pisó la hierba con la misma orden que la última vez que lo hicieron, la noche fúnebre de diciembre de 2003 frente al Cádiz en el Gran Canaria.
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Momo lo intentó. Disciplinado siempre intercambió su posición con Vitolo. Incluso, contranatura, se acostó más sobre el perfil diestro del ataque local. Pero no era el día. Josu Uribe, el técnico que le hizo debutar, consiguió que el Girona bloqueara las vías de circulación del fútbol ofensivo local. Y en esas Momo no pudo destacar.
Si creó algo de peligro fue cuando se acomodó en la izquierda, su perfil natural. Rodríguez siempre recurrió a él a pierna cambiada para aprovechar el disparo en diagonal. Pero ayer se representó más cómodo como asistente. Generó algunas acciones de centro. Poco más.
Su protagonismo se agotó en la subida de tensión de la segunda mitad. Rodríguez llamó a su relevo a los 12 minutos del segundo acto, consciente de que el ritmo del partido estaba superando la capacidad de respuesta del extremo. Momo siempre deja señales de calidad. Pero ayer, en su reencuentro ocho después con la grada que le vio nacer como profesional, demostró que queda mucho por mejorar.
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