Málaga alza el telón de los sueños

Arranca un nuevo playoff, ilusiones intactas para seguir haciendo historia, otro reto en el que el Gran Canaria asume responsabilidades y desafíos. En realidad hace tiempo que es así, que el gen ganador se instaló en el club y ya quedaron prohibidas las coartadas.

Dicen que en el Unicaja acogieron con precauciones la configuración del primer cruce de la serie por el título. Aunque doblen en presupuesto por Málaga a la entidad isleña, aunque las obligaciones superen, en mucho, a las amarillas. Sobre el papel, por el Martín Carpena no cuentan con sorpresas desagradables. Pero ojo con el Herbalife, cuyos números en la temporada regular son los mejores de la historia (22 victorias en el calendario regular supone un hito en toda regla) y aterriza en la eliminatoria sintiéndose capaz de todo. A estas alturas no hay vértigo, cumplidos los mínimos esenciales, y todo lo que venga (semifinales si se tercian, como hace un año), bienvenido será. Para empezar toca lidiar en escenario hostil y con un adversario al que se sometió hace bien poco en el Gran Canaria Arena. El Unicaja ha de soportar toda la presión, buen negocio para Pedro Martínez y su gente, doctorados en el arte de ser intrépidos y rentabilizarlo. «No tenemos nada que perder. Y el Unicaja sí», comentaba ayer a la salida de la expedición un dirigente, matizando que esta declaración de principos no resta ambición. «Si algo caracteriza a este equipo es que sale a ganar en cualquier pista. Y, ya metidos en las series decisivas, poco más queda por añadir», insistió el mandatario.

Con Akindele en fase de combustión, ya con una adaptación más natural al grupo, Martínez podrá contar con Eulis Báez tras superar una distensión del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda y una contusión en el tobillo izquierdo, que le impidió jugar en la pista del CB Valladolid en la última fecha de la fase regular. En general, los jugadores llegan con las cargas físicas propias de estas fechas pero con una condición anímica inmejorable.Lo que, desde luego, compensa las teóricas ventajas con las que esta noche gestionará Unicaja el primer asalto. El domingo asoma, de vencer hoy, la posibilidad de sentencia en casa, lo que invita a la plantilla a exprimir sus opciones en la cancha andaluza.

Un Tavares en plenitud, con el poso de Bellas, las cuchilladas de Newley y las oportunas contundencias de Báez y Martín pueden multiplicar las posibilidades propias. Porque, como bien se ha encargado de advertir Pedro Martínez, todo pasa por la aportación coral. Ahí pocos le pueden toser al Herbalife si la máquina luce engrasada y eficaz. Ni siquiera el Unicaja. Y en Málaga lo saben.

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