Lejos del encuentro entre la teoría y la práctica
La segunda versión de la Unión Deportiva de Sergio Lobera, dicen, se ajusta con creencia de matemático a una lírica que siempre hace buen oído: la posesión como instrumento único para conseguir el reto ambicionado. Como casi todas las cosas en la vida, el fútbol no sirve como excepción, la teoría es mucho más fácil que la práctica.
Ante el Atlético de Madrid como oponente de mayor enjundia del verano, Las Palmas no pudo interpretar su plan maestro tal y como está escrito en el Santo Grial de Lobera. Y eso no quiere decir que lo hiciera mal, especialmente antes de que a los 20 minutos Valerón bajara los plomos y resultara lesionado en una secuencia que muchos temen ver repetida muchas veces esta temporada por el desgaste de tantos años de fútbol al máximo nivel en su poco ostentosa musculatura.
Publicidad
Tras la baja de Valerón, Las Palmas rompió su estructura. Pasaron algunos minutos hasta que Lobera hizo comprender a los futbolistas de qué se trataba el asunto. Un tiempo precioso pero poco preciso.
Sin embargo, la Unión Deportiva miró a los ojos al Atlético de Madrid con aire retador, sin que su pedigrí de menor caché le intimidara. Pero no lo hizo como se supone que hay que esperar de una propuesta que dice mirar al fútbol con ganas de embellecerlo.
El grupo insular fue un equipo más frontal que pausado. Y así generó peligro e inquietó a su rival. Quizá, porque en la suma y resta de profesionales del mercadeo veraniego, ha perdido pase desde la zaga. Ni David García ni Deivid propician una salida aseada del balón en la zona de iniciación; en eso sus recursos son limitados. Todo lo contrario que un Atouba cada vez grande en proporciones y prestaciones, un jugador de toque y recorrido que hace más pequeña la porción de minutos a las que podrán aspirar Dani Castellano y Xabi Castillo.
A una semana de comenzar lo que en los entrenamientos del representativo se denomina «juego real» el equipo sigue enseñando magulladuras. Tras lo del Atlético, la derrota puede dejar secuelas morales aunque, sin duda, el muestreo fue mucho más esperanzador de lo que fue ante el Tenerife o el Marítimo de Funchal.
Sin sacar conejos de la chistera, Las Palmas fue más sólida. Dejó constancia de proyectos a tener en cuenta, como el búlgaro Spas Delev, tan rápido como tenaz, tan obstinado en encontrarse en el gol como demanda su expediente.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión