Las urnas castigan a Zapatero y encumbran al PP

Hablaron las urnas y lo hicieron con la legitimidad que da un sistema democrático consolidado tras treinta años de convivencia en paz. Un sistema que debe mejorarse y, sobre todo, corregir errores propios del paso del tiempo y de la escasa capacidad de adaptación a una sociedad cambiante, globalizada y que exige nuevas vías de participación. Conviene decir todo esto frente a los discursos que tratan de restar legitimidad al resultado de las urnas, un mensaje que también cabe en nuestro modelo actual, pero que no se ajusta a la realidad. Así, quizás la mayor prueba de que nuestra democracia es real, y de que lo es ya, es precisamente el hecho de que, mientras miles de personas permanecían acampadas en diferentes plazas reivindicando otras reglas del juego, millones de españoles acudieron a las urnas.

En cuanto al resultado de las elecciones, se registra la esperada pérdida de apoyos del Partido Socialista. Mucho tiene que reflexionar esa organización sobre cómo la ilusión que generó hace siete años, con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al poder, deja como herencia el desencanto. Y esa bajada obedece no sólo al impacto de la crisis sobre los partidos gobernantes que también-, sino posiblemente al cúmulo de errores cometidos en la gestión de los problemas estructurales de nuestra economía. Con Rodríguez Zapatero con fecha de caducidad autoimpuesta como presidente, el PSOE encara el desafío de reconstruirse. La duda estriba en quién puede capitanear ese proceso y, sobre todo, en la capacidad para recuperar en lo que resta de legislatura estatal a un electorado a medio camino entre la apatía y esa indignación que ahora ocupa los espacios públicos

Respecto a Canarias, las urnas dibujan un escenario político en el que el PP recupera Gran Canaria como su feudo y crece notablemente en Tenerife. Los resultados del Partido Socialista en la capital grancanaria hablan claramente de una debacle de la candidatura encabezada por Jerónimo Saavedra, mientras que el regreso de Juan José Cardona a la primera línea de la política no ha podido ser más brillante, con resultados por encima incluso de las expectativas del Partido Popular. Se abre, por tanto, un nuevo ciclo, con el PP como referencia en Gran Canaria y con el reto de saber administrar ese éxito. Juan José Cardona en la capital, José Miguel Bravo en el Cabildo y Marco Aurelio Pérez en San Bartolomé son desde hoy, y por derecho propio, los encargados de aportar soluciones a una Isla que lleva mucho tiempo empantanada.

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• Elecciones Canarias 2011