Las grietas internas que traen las derrotas
Las eléctricas aseveraciones de Mariano Barbosa sobre la profesionalidad de algunos de sus compañeros abrieron la caja de los truenos. El grupo, «bloqueado mentalmente», intenta cerrar heridas y olvidar cuanto antes los incidentes de estas semanas.
Barbosa y Sergio Suárez se encararon en el vestuario el pasado sábado tras la derrota ante el Huesca. No hay testimonio de ninguno de ellos ya que Sergio Suárez no compareció ante los medios de comunicación a pesar de que así había sido solicitado. El que sí lo hizo fue Momo, que preguntado por el incidente lo confirmó y le quitó hierro. «Yo no estaba en el vestuario en ese momento por lo que no sé que pasó exactamente. Pero sí sé que ya se han pedido disculpas y que está todo olvidado», indicó.
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Momo es de lo que no pasa facturas al guardameta argentino. El futbolista grancanario entiende que su compañero no se expresó de la manera que debía hacerlo, pero que no había mal fondo en sus palabras. «Cada uno puede decir lo que quiera. Mariano lo que quiso fue motivar al grupo, pero se equivocó en varios aspectos. Ahora eso ya es pasado y todos vamos a apoyarnos para salir de esta racha».
Momo, que subrayó que en la caseta que tutela Juan Manuel Rodríguez hay muy buen grupo, también asumió la actitud de la grada del Estadio de Gran Canaria, que increpó al equipo y abandonó el recinto de Siete Palmas antes de que concluyera el encuentro. «La afición quiere ver ganar al equipo y que haga las cosas bien. El otro día lo teníamos todo a favor, pero perdimos y eso no gusta. A los jugadores tampoco nos agrada que la gente se vaya del estadio desencantada», dijo.
Por otro lado, Las Palmas se ejercitó ayer con cinco ausencias. Javi Guerrero, Roque, Quiroga y Jonathan Viera trabajaron a un menor nivel recuperándose de sus dolencias físicas. El que más problemas tiene es David García, lesionado ante el Huesca, y que ayer se sometió a una ecografía.
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