La UD se desangra en taquilla
Los ingresos por taquilla apenas se cuantifican en la Unión Deportiva. Cifras muy reducidas, como mucho un par de miles de euros, se recaudan cada vez que el representativo se presenta en el Estadio de Gran Canaria, una cifra que no satisface el club, cada día más mermado en recursos.
El club, consultado por este diario, se niega a dar el dato concreto, pero reconoce que está muy por debajo de las expectativas de lo deseado. Lo mismo sucede con la campaña de abonados. No se han alcanzado los 9.000 afiliados, 1.000 menos que la pasada temporada, tras una recesión importante en la última semana de campaña, pero tampoco se quiere trasladar a la luz pública la cifra.
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Solo el partido ante el Lugo, segunda jornada de la temporada e inmediatamente después de la victoria en Santander en el inicio de la competición, se percibió desde Pío XII cierta expectación en la masa social de la Unión Deportiva. En aquella semana se reunieron en las tribunas de Siete Palmas 10.440 espectadores, la cifra más alta de la temporada. Si se entiende como real el dato oficial que transmite el club, solo 1.500 personas más de las que están abonadas.
Hasta el repunte ante el Sabadell del pasado sábado (10.040 espectadores) la asistencia decayó, quedando su mínimo destacado en 8.102 asistentes en el partido del Villarreal, la semana después de la goleada recibida en Girona.
En el club no quiere hacerse pública la cantidad, pero fuentes consultadas por este periódico exponen que apenas se han alcanzado el par de miles de euros por partido, una cantidad insignificante teniendo en cuenta lo que cuesta la apertura del recinto para un partido de la Liga de Fútbol Profesional.
«Desde luego, la racha del equipo no ha ayudado para nada. Espero que ahora, que se ha reaccionado, se encadenen un par de resultados positivos más; confío en que esta plantilla tiene potencial para ello, y la gente venga más al Estadio», subrayó el vicepresidente del club Nicolás Ortega.
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La entidad se encuentra mermada económicamente, en barbecho la llegada del dinero impagado por el patrocinio de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, y con la camiseta desnuda de patrocinador principal, apenas se generan recursos económicos en la entidad.
Una tendencia acoplada a la inercia competitiva.
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