La UD engrandece la leyenda de Pacuco

Jueves, 16 de julio 2020, 11:03

Fue el momento culminante de la sobremesa durante el tradicional almuerzo navideño del club. Miguel Ángel Ramírez reclamó la presencia de Pacuco Rosales para imponerle la insignia de oro y brillantes de la UD Las Palmas. Emociones a flor de piel en todos los presentes y aplauso atronador. Pacuco se llevó todos los focos de un día ya marcado para siempre en la historia del club. En el vigésimo aniversario del involvidable ascenso a Segunda División en Elche, el carismático entrenador de La Isleta, todo un símbolo para la afición, cumplió uno de sus grandes sueños con el reconocimiento institucional que hasta ahora se le negaba. Miguel Ángel Ramírez reconoció en fechas recientes que había «una deuda» pendiente con él a propósito de una insignia que merecía por sus servicios prestados y que, por una razón u otra, no terminaba de llegar. «Pacuco es uno de los nuestros, una persona con un empuje increíble», enfatizó el máximo mandatario antes de proceder a la entrega de una joya de incalculable valor simbólico. «No tengo otra cosa que agradecimiento al consejo de administración. Llevo a la UD Las Palmas dentro de mí. Fui jugador, con 22 años tuve que retirarme por dos lesiones graves, luego fui entrenador para sacarla adelante de la Segunda B. Lo dije cuando regresé, que entrenar a este equipo no era una ilusión, era un reto para mí. Y estoy muy feliz por esta insignia que voy a llevar con muchísimo orgullo», dijo emocionado Pacuco. Centro de atenciones en una convocatoria masiva, que reunió a autoridades políticas, deportivas y empresariales, además de una amplísima representación de figuras históricas de la entidad, con Germán Dévora y Juan Carlos Valerón a la cabeza, y numerosos periodistas, a Pacuco Rosales le cupo la satisfacción de volver generar una admiración unánime, tal y como ha sido una constante a lo largo de su vida y trayectoria. Protagonista estelar de la convocatoria, la reunión festiva sirvió para constatar, un año más, la salud de hierro que marca la actualidad de la UD dentro y fuera del césped. Así lo recalcó Ramírez a la vista del éxito de asistencia (alrededor de 200 personas) y de la inmejorable actualidad de la institución. «Esperamos seguir así mucho tiempo y somos agradecidos con todas las personas y empresas que están siempre a nuestro lado», significó el jerarca en un corto pero edificiante discurso. También tuvo turno de palabra el consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, quien destacó que, en estos momentos, la UD es «una marca universal» y que va en consonancia al prestigio de la Isla. En lo que respecta a Pacuco Rosales y su flamante insignia de oro y brillantes, fue tan conciso como tajante: «Es uno de lo nuestros». La sobremesa continuó con un menú compuesto especialmente para la ocasión, con primer plato de crema de calabaza con cúrcuma y raviolis orientales, un segundo de rulo de ternera estofada con parmentier de trufa y salsa perigord y tarta de chocolate con oro comestible de postre, todo aderezado con vinos, agua y cava, cómo no, para brindar.

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