La semana más negra de Lobera

Sergio Lobera está dolido. El entrenador de la Unión Deportiva encaja golpes desde todas las esquinas, atiende a las críticas que se han desatado desde la sonrojante derrota en el derbi con el Tenerife y se protege de las cuitas sin resolver que se producen en los pasillos de Pío XII. Malos días.

Lunes, 20 de julio 2020, 11:19

Lobera es estos días una víctima más de ese ecosistema incómodo que es entrenar a Las Palmas. «He estado en el Ceuta, con los jugadores mandando a sus familias a la Península porque llevábamos seis meses sin cobrar. Sin que nadie nos atendiera en el club. Eso sí fue complicado, estar en la Unión Deportiva es un privilegio», asevera el preparador aragonés.

Publicidad

Sin embargo, esta semana lo está pasando mal. Las derrotas, más cuando vienen acompañadas de la resonancia de la del Rodríguez López, dañan el prurito profesional. Pero la forma en la que ha sido digerida por el entorno ha lastimado a Lobera. El entrenador ha confesado en sus círculos que está molesto por las críticas. Considera desproporcionadas e injustas las censuras que ha recibido su planteamiento en el Heliodoro.

La visita a Tenerife ha dañado a Lobera, que ya acumulaba malas energías desde antes del encuentro. La contextualización que se le dio a sus manifestaciones los días previos al derbi, cuando aseguró que si Las Palmas practicara un fútbol similar al que habitualmente usa el equipo blanquiazul, le ha enervado. El mismo miércoles sujetaba en el hotel de concentración de Santa Cruz un diario tinerfeño que titulaba «Lobera llegaba atacando». Testigos de aquel momento percibieron un enfado descomunal en un profesional que, en público, siempre ha mantenido un discurso plano y sin estridencias.

Desde fuera parece complicado darle forma a la tensión que se vive en la Unión Deportiva. El equipo es cuarto a pesar de las dos últimas derrotas, pero la figura del entrenador está debilitada. Ya no por los pulsos de poder que se han sostenido entre la comisión deportiva y él desde el principio de la relación. Ahora se suma el descontento de unos aficionados altamente decepcionados con las últimas decisiones del entrenador.

El Heliodoro puede haber marcado su futuro en la Isla.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad