Vea la portada de CANARIAS7 de este sábado 6 de diciembre de 2025

La mordedura del tiburón, un hecho aislado

Viernes, 17 de julio 2020, 11:23

«Un accidente, un hecho aislado». Estas son las principales conclusiones a las que llegan los especialistas en vida marina consultados acerca de las mordeduras que propinó un tiburón a una bañista el pasado viernes en la playa de Risco Verde Arinaga. Un suceso que ha alterado la tranquilidad de este enclave de Agüimes, vergel para los amantes del buceo.

Publicidad

Si bien la mujer mordida por el tiburón se encuentra fuera de peligro y con sólo heridas superficiales en uno de sus brazos, este hecho ha creado un amplio debate en la comunidad científica acerca de la peligrosidad o no de estos animales cerca de las costas de nuestras Islas.

Se trata de la primera vez en la historia de Canarias en que se registra y documenta el ataque de un tiburón a un bañista, según el biólogo y veterinario Pascual Calabuig: «Lo que ha ocurrido es muy raro porque con tantos millones de personas nadando en Canarias durante tantos años, nunca ha pasado nada, por lo que hay que considerarlo como muy extraño. Pero ha ocurrido para mala suerte de esta chica que se ha llevado un susto tremendo, aunque ha mostrado muchísima entereza», destaca el experto.

En el mismo sentido se expresa Rogelio Herrera, técnico de Biodiversidad de la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, quien añade que «nunca ha pasado nada y mira que en Canarias hay gente que usa el agua como modo de vida. Es el primero documentado con foto y, aunque se dice que han habido otros a pescadores submarinos para quitarle el pescado, nunca antes habían mordido a un bañista. A pesar de eso, no fue un ataque como tal, sino un mordisco limpio que dio el tiburón al confundir a la chica con una presa», detalla.

Los expertos coinciden en indicar que se trata de algo totalmente excepcional, «un accidente como si un perro muerde a una persona. Nos tenemos que acostumbrar a convivir con la fauna y accidentes pueden haber en cualquier momento», dice Herrera. «Evidentemente el tiburón la confundió y se le tiró, pero eso no quiere decir nada. Es algo raro pero todo lo raro tiene una primera vez y ojalá la siguiente tarde tanto como esta. Pero yo no me voy a dejar de bañar por este hecho que no deja de ser anecdótico», abunda Calabuig.

Publicidad

La presencia de jaulas de piscifactorías próximas a la zona donde se produjo la mordedura aviva el debate de que las mismas atraen tiburones con el consiguiente riesgo. Pero tanto Calabuig como Herrera quitan hierro al asunto: «Hago seguimientos de los animales que hay en las jaulas y en algunos lugares los tiburones están más tiempo en ellas de lo normal. Huele a pescado y depende de las especies, están algún tiempo alrededor de las jaulas, pero no son para nada ningún peligro para la gente y eso lo hemos controlado. Los buzos están en el agua trabajando día a día con ellos y nunca les ha pasado nada», relata Rogelio Herrera, experto conocedor del hábitat que rodea las jaulas de las piscifactorías. «Alrededor de las jaulas siempre se acumulan este tipo de animales y podría ser que la excitación del bicho estuviese provocada por las mismas, pero por un sólo caso no habría que tomar ningún tipo de determinación», reafirma Pascual Calabuig.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad