La hidroeléctrica, en un embudo
El salto de agua entre las presas de Chira y Soria está en un embudo del que no saldrá hasta que el Ministerio de Industria lo refleje en la planificación nacional y fije la retribución por generar energía en la central destinada a revolucionar el pobre papel de las renovables en Gran Canaria.
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Endesa ha llegado a un semáforo en rojo con el proyecto de la central hidroeléctrica de las cumbres que le ha adjudicado el Consejo Insular de Aguas. El Estado no la ha incluido aún en el mapa oficial de plantas de generación ni ha establecido, en función de sus costes de inversión y de explotación, con qué cifra concreta se retribuirá cada uno de los kilowatios/hora que produzca. Sin esos visados la planta «no tiene amparo ni cobertura legal» y Endesa no estará en condiciones de presentar el proyecto definitivo de obras, que se había comprometido a entregar antes del 15 de diciembre.
Tras conseguir que los ayuntamientos de San Bartolomé de Tirajana y Tejeda, donde se ubican las presas, el Cabildo y el Gobierno regional se pusieran de acuerdo en suspender el planeamiento vigente en esos terrenos y tras adjudicar la construcción y explotación a la única oferta presentada, mediante una concesión administrativa por 25 años, la central está ahora en un cajón del Ministerio de Industria. Y nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo estará allí.
La planta destinada a producir entre el 25 y el 33% de la energía eléctrica que Gran Canaria consume cada día, capaz de generar 150 Mw/hora, aunque Endesa planea elevar el potencial hasta los 220, está destinada a abrir la puerta a una mayor entrada de las renovables en el sistema insular. Es la pila que permitiría quintuplicar la actual contribución de la energía eólica, que se emplearía para impulsar el agua de Soria a Chira y dejarla caer de nuevo por las turbinas proyectadas bajo tierra.
Fuera de ordenación. La central de Chira y Soria no figura en la planificación energética nacional ni en el vigente Plan Energético de Canarias (PECAN), en fase de revisión, según denuncia Endesa en el escrito que registró esta semana en el CIA. Sin su inclusión en ellos, una inversión de 274 millones de euros seguirá parada indefinidamente. El contrato firmado con Endesa en junio prevé que la planta estaría funcionando a partir de 2015, tras 34 meses de obras de construcción de la central, la desoladora prevista en Arguineguín, dos estaciones de bombeo y varios kilómetros de tuberías.
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