Joven, desempleada y con cargas familiares, perfil de la española pobre

En España existen 1,4 millones de mujeres en edad laboral que están en situación de pobreza o exclusión social, y afecta principalmente a las jóvenes de entre 16 y 29 años, desempleadas de larga duración con responsabilidades familiares no compartidas y sin estudios. El IV Informe #Empleoparatodas: mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral, de la Fundación Adecco, señala que más de la mitad de las maltratadas estaba en el paro en el momento de sufrir la violencia y un 74 % cree que, de haberlo tenido, se hubiera animado a denunciar su situación. Y es que el número de denuncias, que el año pasado fue de 99.329 -un 4,7 % más que el anterior-, es un indicador de la posición laboral de las víctimas, de forma que, a mayor cantidad, mejor situación, subraya el documento. La encuesta, que ha sido realizada a 700 mujeres en situación de vulnerabilidad social (personas con discapacidad, mayores de 45 años, con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de violencia de género), pone de manifiesto que siete de cada diez se encuentra en paro, un 53 % de ellas desde hace más de un año. Desde 2008, la tasa de pobreza y exclusión en mujeres en edad laboral se ha disparado nueve puntos hasta situarse en el 32,2 % actual, lo que supone 1.395.462 personas. Siete de cada diez encuestadas afirman que haber encontrado un empleo ha mejorado su vida, algo que han logrado con herramientas como portales de búsqueda y redes sociales (90 %), servicios públicos de empleo (77 %), bolsas de trabajo (74 %), red de contactos (68 %), empresas de trabajo temporal, agencias de colocación (52 %) y programas de orientación laboral (48 %). No obstante, el 41 % tardó más de un año en conseguirlo y un 34 % entre uno y siete meses, siendo el sector servicios (82 %), la industria (10 %), la hostelería (6 %) y otros como la agricultura y la construcción (2%) los sectores que más oportunidades les ofrecieron. Colectivos como el de las mujeres con discapacidad sienten una doble discriminación, de forma que el 66 % dice haberla sufrido porque "genera inseguridad a los empresarios". Asimismo, el informe resalta la "oleada" de mayores de 45 años que se han incorporado al mercado laboral en los últimos años -1,5 millones desde 2007- ante "la necesidad de apoyar la economía familiar resentida" durante la crisis, el aumento de las rupturas matrimoniales y el cambio de los valores culturales. Pero, en el caso de las más vulnerables, un 70 % asegura estar desempleada y un 87 % opina que es debido a su edad. Muchas optan por formarse, algo que valora un 95 % aunque solo lo ha hecho el 41 % de las encuestadas en sectores como las nuevas tecnologías, administración y finanzas e idiomas. Las mujeres con cargas laborales también tienen especialmente difícil el acceso al mercado laboral: el 71 % está desempleada y casi la mitad, un 47 %, dispone de menos de 600 euros al mes para sacar adelante a sus familias. Para atajar este problema, la Fundación propone medidas de conciliación y de apoyo a la familia que les faciliten compatibilizar su empleo con el cuidado de su familia, como horarios flexibles, jornadas intensivas, posibilidad de abandonar el puesto de trabajo ante una emergencia familiar, los turnos o trabajar desde casa.

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