Imitar a la clase alta europea nos trajo el arte flamenco
Entre los siglos XV y XVI el azúcar fue el oro de Canarias. De hecho, llegó a sustituir a las monedas. De aquello hoy nos quedan restos arqueológicos y también una pléyade de obras de arte flamencas de excelente factura. De ello da cuenta 'Azúcar y mecenazgo en Gran Canaria', un libro en el que una docena de expertos retratan el contexto social de aquella época.
L a historiadora Ana Viña, coordinadora de la publicación que se presentó anoche en la Casa de Colón, en la capital grancanaria, asegura que fue el comercio de azúcar lo que permitió a las Islas «integrarse en Europa». De no haber existido tal producción, añade la experta, el Archipiélago, probablemente, se hubiera convertido en una «región marginal». Esta es la idea que contextualiza el libro Azúcar y mecenazgo en Gran Canaria. El oro de las Islas. Un compendio de doce estudios de otros tantos expertos en los que se destaca la importancia que cobró el arte entre los siglos XV XVI. La alta sociedad isleña «imitó», siguiendo la moda, «a la clase alta europea». De ahí, añade Viña, que comenzara a comprar arte, especialmente flamenco. «El mecenazgo que practicaban no era para promocionar a los artistas. Se trataba de atesorar arte ellos mismos. Poseerlo o exponerlo en las iglesias era una forma de estar en la cúspide, una forma de ser importante. Si se tenían obras importantes, si se contribuía a vestir las iglesias con cuadros, esculturas o tapices, se era importante», señala la experta. Esta compra requería dinero y relaciones. Lo primero se obtuvo con el comercio del azúcar, lo segundo, matiza Viña, se tenía de antemano pues «muchos de los grandes propietarios en Canarias seguían manteniendo excelentes relaciones con Europa por su origen flamenco, portugués o genovés». Compraban, explica Viña, «en los mejores talleres» y, de ahí, continúa, «la relevancia del arte flamenco que llegó a Canarias», presente en las cuatro islas azucareras: Gran Canaria, Tenerife, La Palma y La Gomera. Nada se sabe, sin embargo, de cuánto costaron. Pero, y esto es otro hecho a destacar, añadió Viña, sí se ha demostrado que la potencialidad de las islas en esta «industria» hizo que prestaran el vocabulario azucarero a América y no, como se pensaba hasta ahora, al revés.
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Doce perspectivas diferentesAzúcar y mecenazgo en Gran Canaria. El oro de las Islas. Siglos XV-XVI aborda en sus más de 300 páginas, la temática azucarera en su contexto social. En el volumen, editado por el Cabildo de Gran Canaria y coordinado por Ana Viña, se recogen artículos de la propia Viña así como de Manuela Ronquillo, Cristóbal Corrales, Dolores Corbella, Manuel lobo, Mariano Gambín, John G. Everaert, Matías Díaz Padrón, María de los Reyes Hernández, Valentín Barroso, Pedro Quintana y Consuelo Marrero.
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