Hernán: "Intenté acortar los plazos y me equivoqué"

Después de una larga y complicada recuperación tras pasar por el quirófano, el mediocentro de Las Palmas vuelve a estar disponible para sergio lobera. asume con paciencia y madurez su rol secundario, aunque no se resigna confiando en aportar para la consecución del ascenso

Después de un largo período de inactividad vuelve a estar disponible. ¿Cómo está?

Estoy bien hace tiempo. Desde la última vez que tuve que parar creo que llevo ya un mes y medio trabajando con mis compañeros sin parar. Trato de trabajar también al margen tras los entrenamientos para estar lo mejor posible y a disposición para lo que decida el técnico. No están siendo momentos fáciles en el aspecto personal, pero en el fútbol la ruleta siempre vuelve a girar y tengo que estar preparado para cuando me toque.

¿Qué le falta para recobrar el protagonismo que le robó la lesión de rodilla hace un año?

Estoy trabajando al 90%, el diez restante te lo dan los partidos. Soy consciente de que las cosas están difíciles para entrar porque Apoño lo está haciendo muy bien y Javi Castellano está a un nivel impresionante como antes lo estuvo Vicente. Solo me queda seguir trabajando.

¿Cómo ha llevado un proceso tan largo de convalecencia?

Tienes días. Por momentos lo llevas muy mal psicológicamente, sobre todo porque después de la operación la cosa no fue tan bien como yo esperaba. Llevo un año y casi cuatro meses desde que me dañé la rodilla y es difícil, pero me he refugiado en la familia y los amigos para sobrellevarlo lo mejor posible. Ellos son los más que confían en que volveré a ser el Hernán de antes.

Pasó del todo a la nada. De la titularidad indiscutible a la frustración de la lesión. ¿Cómo se digiere?

En apenas un año he vivido las dos caras del fútbol. De jugarlo casi todo (33 partidos) en una temporada en la que casi se logra el ascenso, a pasar por el quirófano, parar y pasar casi al anonimato. Ese contraste también te ayuda a tener los pies en el suelo, te refuerza y hace madurar como profesional. Seguro que estos momentos difíciles me van a ayudar cuando vuelva a jugar. Hará que mantenga siempre la cabeza sobre los hombros.

¿Teme no volver a ser el mismo?

No me lo planteo, estaba centrado en acortar los plazos y me equivoqué. Me faltó la madurez necesaria para tener paciencia. Luego el miedo a recaer también me condicionó, y quizás todavía me pasa en ciertos gestos y movimientos, pero afortunadamente la rodilla responde. Aquel Hernán no se ha ido. Si algo tengo es que creo en mi trabajo y afronto los problemas que se vienen con entereza. Esto para mí es una anécdota, pues ya me costó dar el salto y siempre he aprovechado las oportunidades.

No lo tuvo fácil para llegar. ¿Esa experiencia le ha servido ahora?

Estuve dos años en la dinámica del primer equipo sin tener continuidad y sé que el trabajo constante, el sacrificio y los hábitos correctos, siempre darán sus frutos. Por eso miro el futuro con optimismo y sé que voy a ser el que fui con esfuerzo.

Como espectador, ¿cómo analiza la trayectoria del equipo?

Creo que nos ha podido demasiado el ruido externo y la presión en nuestro estadio. Cuando nos hemos puesto el mono de trabajo hemos sacado los partidos fáciles pues considero que con el balón hay pocos equipos como Las Palmas en la categoría. Pero en el fútbol lo que manda son los goles y hemos estado poco acertados. Las jornadas van pasando y no podemos volver a hablar más en la charla de los lunes de que el balón ya entrará. Hay que ponerle remedio ya porque se nos escapa el ascenso directo. Confío en el equipo y en los delanteros que tenemos. Si seguimos con la misma intensidad llegarán los goles. Estoy convencido de que este es el año, quiero vivir un ascenso con este equipo y si es en el terreno de juego, mucho mejor.

Han agotado el margen de error. ¿Hernán hace cálculos?

No podemos pensar que nos queda tiempo. Tenemos que ser ambiciosos y empezar a ganarnos el ascenso desde el entrenamiento de hoy -por ayer-. No debemos pensar que podemos agotar el último cartucho, hay que empezar a ganar desde ya porque equipo hay para ello. La clave está en no relajarnos y pensar que llegarán nuevas oportunidades. Se agota el tiempo. En el vestuario solo se piensa en las dos primeras plazas, pero hay que cambiar la dinámica ya.

¿Qué supone para usted convivir en el vestuario con Valerón?

Recuerdo de manera especial la primera parte del partido contra el Hércules en la Copa, no solo por mi vuelta sino porque fue mi primer partido oficial junto a Valerón. Estoy rascado porque he jugado muy poco con él, pero espero que se quede un añito más. Aprendes de Valerón sin que te diga nada: su forma de ser, su disciplina, sus gestos... Es un lujo crecer profesionalmente a su lado.

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