Guayre: "No me rindo, volveré a jugar"
Después de un mes y medio trabajando al amparo del Cádiz, Guayre Betancor ya tiene el alta médica. Al fin su tobillo responde, recompensa a tanto esfuerzo que puede cristalizar en un compromiso con el conjunto gaditano. «Me encuentro bien y con ilusión, este año voy a jugar», afirma tajante.
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Se resiste a que el fútbol forme parte del pasado. Guayre Betancor, a pesar de los avatares sufridos en sus últimas temporadas como profesional, aún confía en volver a calzarse las botas vestido de amarillo. El color del Cádiz. Protagonizó el traspaso más cuantioso de la historia de Las Palmas, 6 millones de euros pagó el Villarreal por él. Tras conseguir ser internacional con la absoluta, el isletero recaló en el Celta sin la misma fortuna.
Aunque la sombra agigantada por las continuas visitas a la enfermería desde entonces le persiga, el delantero de La Isleta no permite que se le considere exfutbolista tras el efímero paso por el Numancia y su vuelta frustrada a la Unión Deportiva, aunque los prejuicios lo señalen. Entregado al balón, sin perder la esperanza, está convencido de que al fin podrá volver a sentirse jugador esta temporada aunque, todavía no haya firmado con el Cádiz tras obtener el alta.
«Espero que la semana que viene todo quede arreglado con el Cádiz. Estoy entrenando con el resto de los jugadores y espero quedarme aquí y competir en Segunda División B en un proyecto ambicioso. Me siento bien, el tobillo está respondiendo, y ya tengo el alta, por lo que podré firmar, si no pasa nada, con el Cádiz fuera del plazo de fichajes al estar libre», afirma esperanzado tras comprobar su evolución física en las últimas semanas.
«Llevo un mes y medio trabajando duro para estar al nivel del resto de los jugadores y cada vez me veo mejor. Necesito volver a jugar, alcanzar el ritmo competitivo con partidos, y en Cádiz es un sitio fantástico por el proyecto deportivo que tiene».
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Guayre cree, convencido, que su empeño tendrá recompensa y, a sus 32 años, asegura que aún le quedan años de fútbol en sus botas. «No tiro la toalla porque aún me veo con fuerzas e ilusión por jugar al fútbol y, de hecho, este año voy a jugar».
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