Gáldar y el Guanarteme

Viernes, 17 de julio 2020, 10:18

Llegan las fiestas de Gáldar, precisamente en el año en el que se conmemora el 200 aniversario de la bajada a la capital insular de la imagen del Señor Santiago de Gáldar, como testifica un documento conservado en aquella Parroquia, y al celebrarse un nuevo Capítulo Extraordinario del Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme, la memoria del monarca galdense nos convoca, una vez más, en la víspera del día grande de las Fiestas en honor del Señor Santiago, Santiago de los Caballeros, Patrono de esta Real Ciudad de Gáldar, a los mismos lugares donde tuvo su trono y corte, donde se hallaban sus aposentos, en esa Gáldar prehispánica de la que magníficamente da testimonio el Museo de la Cueva Pintada, y en los que hoy se ubican las instituciones oficiales que nos representan, y ese soberbio templo que custodia importantes y significativas piezas, como la "Pila Verde", del siglo XV, en la que se bautizaron los primeros canarios, ó el "Niño de los Reyes", regalo de los Reyes Católicos al Guanarteme. Y nos convoca también en esta ocasión la llamada de su Ayuntamiento que, en esa tarde del 24 de julio, nomina al Rey Guanarteme, a título póstumo, como Hijo Predilecto de esta moderna y pujante ciudad que tiene sus cimientos materiales y espirituales precisamente en la corte y legado de aquel insigne Guanarteme.

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Es esta una celebración anual que Gáldar, y con ella el Instituto Canario de Estudios Históricos "Rey Fernando Guanarteme", no debe obviar nunca por lo mucho que representa, pues desde la reflexión sobre el pasado, sobre la figura insigne del Guanarteme, como de muchas otras que le rodearon, o aquellas que esta Real Ciudad aportó a lo largo de su historia, podremos discurrir mejor acerca de nuestro presente y sobre el futuro al que aspiramos y el que deberemos construir. Tengamos en cuenta aquella máxima del pensador y moralista del siglo XVII Joaquín Setanti que decía: "Por amor a tu Patria vive en ella y sírvela, a pesar de los ingratos", algo que, por experiencia vital propia, pudo también haber expresado el Guanarteme más universal.

Y es que, y sin miedo a equívoco alguno, hablamos de la universalización de una ciudad, de una comunidad humana, a través de un encuentro, de un intercambio, de un acercamiento progresivo, con otros lugares de una y otra orilla del Atlántico, del que debe surgir la solidaridad, la esperanza y el progreso en lo material y en lo espiritual, algo que el Guanarteme, al encontrarse casi inesperadamente con aquel orbe europeo, ya casi en pleno Renacimiento, que ni siquiera había podido soñar nunca en sus peñas atlánticas, pudo también concebir y barruntar en sus pensamientos en las noches primaverales de Calatayud, tras haber recorrido muchas otras ciudades y pueblos peninsulares hasta encontrarse con la Corte de los Reyes Católicos, establecida en esos días en la antigua y romana "Agusta Bilbilis", como ya lo subrayó el profesor Ruméu de Armas en 1965, cuando rememoraba los viajes de "Don Fernando Guanarteme y las princesas Guayarmina y Masequera a la corte de los Reyes Católicos", y destacaba cuantas extrañas sensaciones debió experimentar en lo que serían para él fantásticas singladuras.

Ahora, al mirar hacia el futuro, desde este encuentro anual del Real Instituto guanartemiano, con la presencia ineludible del profesor Martín de Guzmán más señera que nunca, tanto por el impulso que se le ha dado a su memoria y a su legado desde el homenaje, largamente esperado, que se le tributó en la propia Cueva Pintada el Día Internacional de los Museos, como por la profunda significación que en todo esto va teniendo su pensamiento y sus estudios, con el recuerdo imborrable de las jornadas galdenses en Calatayud que vivimos en mayo de 1981, al cumplirse los quinientos años de la visita del Guanarteme a aquella corte aragonesa, se hace mas necesario que nunca ahondar en la reflexión y en el estudio de todas estas materias que no sólo alumbrarán una mejor comprensión del pasado y su proyección sobre el presente, sino que contribuirán a asentar con mayor solidez el camino hacia el futuro que ya se ha empezado a andar, algo a lo que también aportará mucho la lección histórica que este año el Instituto Canario de Estudios Históricos ha encomendado a la abogada y politicóloga grancanaria Carmen Reguero Marrero. Así, se harán más palpables aquellas palabras de Don Juan Carlos I, en su visita a Gáldar el 8 de marzo de 1973, en las que señalaba a Gáldar como "cuna del cristianismo canario, residencia de reyes, lugar en que la historia se siente en cada calle, en cada rincón, en cada hombre. Sobre este rico pasado debéis construir el presente y el futuro recogiendo el espíritu de vuestras tradiciones y añadiéndoles la ilusión y la tenacidad que son necesarios para el éxito de las grandes empresas".

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