Eugenio Mira: «Aún no somos conscientes de la valía de Adrián Guerra»

Los productores de Grand Piano son Rodrigo Cortés y el grancanario Adrián Guerra, creadores de Buried o Luces Rojas. ¿Cree que salvación de nuestro cine pasa por rodar en inglés y asociándonos con productores norteamericanos? Me gustaría poder contestar libremente a esta pregunta. Es difícil sin meterse en líos, pero vamos a intentarlo. Soy de una generación donde coincidimos,años arriba años abajo, gente como Álex de la Iglesia, Vigalondo, Paco Plaza, Jaume Balagueró, Amenábar o Bayona, que casi hemos terminado haciendo cine por casualidad, ya que en nuestro país no ha habido una cultura popular que lo fomente. Anteriormente parecía que sólo podíamos hacer películas tipo Parchís, y de repente aparece Álex con El día de la bestia, películas que se pueden dirigir a un público adolescente pero con nuestro lenguaje y características, cosa que parecía destinada a Spielberg con ET o similares. Yo he sido muy crítico con el sistema de ayudas del cine español, porque se han usado las mismas para el beneficio de algunos que lo han usado como excusas para rodar películas que a su vez no han sido vistas por el gran público. De repente surgen productores como Lavigne, creador de Apaches, y apuesta por cineastas como Fresnadillo, Bayona y otros tantos, siendo los que, de verdad, pueden sacar nuestra industria adelante.

En este tipo de proyectos de gran cambio, ¿por qué Grand Piano ha nacido por los cauces normales de distribución? Si entendemos por cauces normales que sea distribuida por una major, en los circuitos convencionales, etcétera... Es así. Pero es un proyecto que ha nacido de dos personas muy especiales, como son el grancanario Adrián Guerra y Rodrigo Cortés, a los que sitúo en el nivel de Spielberg, Zemeckis o JJ Abrahams, en el aspecto de que quieren apostar por nuevos talentos, y Adrián, cuando contaba con solo 19 años, me decía en Sitges que su sueño era poder producirnos unas películas a varios de los que estábamos allí. Y su sueño se está cumpliendo, siendo nosotros los afortunados. Creo que, a día de hoy, no somos conscientes de la valía de este apasionado del cine, y que tenemos suerte que sea español, y encima orgullo para vosotros porque lleva su canariedad con orgullo por el mundo.

¿Cómo fue el origen de Grand Piano? Aunque Luces Rojas no fue tan bien como Buried, los distribuidores de todo el mundo estaban interesados en los productos de Nostromo, la productora, y se ha jugado con ello a la hora de sacar este proyecto adelante. Ha habido muchas compras previas de la película que han permitido sacar este proyecto adelante.

Grand Piano recuerda mucho a De Palma, Hitchcock y títulos como Buried. ¿Esta es la película que tenía en su cabeza antes de hacerla? Es muy fácil decirlo ahora, ya que la gente está diciendo cosas bonitas de la película, pero es cierto que como yo vengo de escribir cómics, al igual que otros compañeros de mi generación, eso es de una gran ayuda para previsualizar la misma, y en este caso, estoy muy orgulloso y contento de que todo haya sido así. Las reminiscencias a gente como De Palma y Hitchcock estaban en el guión, en el papel, y yo lo que he tenido que hacer es darle forma y plasmarlo en imágenes, espero que a la gente le guste el resultado final.

¿Qué películas del género de suspense le gustan? ¡Uffff! Es tan complicado hablar de este tema, empezaría diciéndote que hay tantos géneros y títulos diferentes que sobre todo en la década de los 80 me han llevado a ser director hoy en día que no sé como empezar. Genios como Spielberg que dirigió o produjo títulos como ET, Los Goonies, Gremlins que hoy esta última estaría prohibida en según que países dieron un paso adelante en cuanto a la concepción que tenemos del cine. Y, si ya me centro y te respondo qué título del thriller es mi favorito, yo te diría Impacto de Brian de Palma, que aunque no es su película más famosa, a mí es la que más me llena, y recuerdo un día con Quentin Tarantino hablando, salió el tema, los dos coincidíamos en el título y fue un momento abrazos, exaltación de la amistad y risas.

¿No cree que, a día de hoy, con la cantidad de información que disponemos, intentamos analizar en exceso todo lo que vemos? Es cierto que estamos en un momento donde con la cantidad de medios que hablan de cine revistas, televisión, webs, blogs, cada uno quiere dar su punto de vista. Pero, en este caso, la verdad es que la idea es que la gente se deje llevar por la historia, sin parar a preocuparse que lo que vemos es solo un ejercicio de ficción. Mi labor como director era equilibrar las cosas que no funcionaban con las que sí para dejar una película lista para disfrutar, y creo que eso lo hemos conseguido.

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