"Esto ya se les ha ido de las manos"
Fuego, humo y olores nauseabundos. Este es el combinado de condiciones ambientales con el que les ha tocado vivir a los vecinos del vertedero de Juan Grande, quienes aseguran que el incendio, que se inició el pasado viernes y aún ayer continuaba activo, «esta vez se les ha ido de las manos».
El vertedero de Juan Grande está ardiendo desde el pasado viernes dentro de una zona donde las basuras están prácticamente a cielo abierto, sin tapar ni compactar. «Arde porque los residuos son combustibles, y en un lugar donde el vertedero no está sellado, el fuego es una constante a la que coopera la elevación de la temperatura producida por la fermentación y el calor exterior», revelaron ayer miembros del colectivo vecinal Tamarán, que lleva más de una década intentando que haya tratamiento adecuado de los residuos.
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Humo. A la densa humareda que se desprende del vaso de vertido el viento la desplaza hacia el norte. «Agradecemos que sopla del sureste y se lleva el humo para otro lado», afirman algunos vecinos, quienes hablan con cierta resignación sobre la situación del vertedero y sus efectos sobre la población. Incluso hay quienes niegan que la planta tenga consecuencias negativas. «A mi no me estorba», afirma un mayor encogiéndose de hombros.
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